PROMOCIÓN DE LA SALUD
Acumular grasa en la barriga es lo peor
Expertos en obesidad piden a desterrar el índice de masa corporal y usar la grasa abdominal como medida de obesidad

Una persona obesa maneja varios dispositivos para controlar su enfermedad. RAMIRO
«Lo que más perjudica la salud es la grasa subcutánea y la visceral, por eso no es suficiente con tener en cuenta el Índice de Masa Corporal (IMC) para valorar el riesgo que tiene para la salud la obesidad. Lo peor es acumular grasa abdominal». La endocrinóloga de HM Hospitales, María Ballesteros, destaca la «disfuncionalidad» de la grasa abdominal «que provoca mediadores inflamatorios que empeoran la salud cardiovascular, muchas más enfermedades y puede provocar cáncer».
Está demostrado que la obesidad está detrás de hasta trece tipo de cánceres diferentes, entre los que se encuentran el de mama, tiroides, mieloma múltiple, próstata, endometrio y colon, entre otros. «En el hígado se acumula grasa y esos mediadores inflamatorios pueden provocar cirrosis».
Ballesteros incide en que la medida más extendida hasta ahora con el IMC «es poco específica, es una aproximación», por lo que los especialistas no se quedan en ese dato. «Hay que medir la cintura».
Y los números están estandarizados. Para las mujeres, la cintura no debería sobrepasar de los 88 centímetros y para los hombres el límite está en 102 centímetros. «El dato específico se calcula en función de la altura. Es lo ideal para calcular la obesidad», además de contar con otras pruebas como son la estimación de grasa corporal y la ecografía. «Medir la grasa corporal no es fácil, por eso es una medida imperfecta. Para hablar de la obesidad como enfermedad hay que tener en cuenta la grasa que hay en la cintura».
Y la enfermedad de obesidad «está inexorablemente aumentando desde hace años, lo vemos todos los días en la consulta», asegura Ballesteros, que no pone el acento sólo en la comida. «Hay otros condicionantes que se suman, como el estrés, el sedentarismo, dormir poco, disfunciones endocrinas, no hay un desencadenante único». Y vuelve a salir el sueño reparador. «Dormir pocas horas hace que no funcionen bien las cosas y se producen cambios hormonales», explica esta especialista de una manera didáctica.
Además de crónica y multifactorial, la obesidad es una enfermedad progresiva que puede evolucionar de asintomática a grave y la grasa abdominal es un indicador mucho más determinante en el desarrollo de complicaciones metabólicas.
La Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) ha elaborado el decálogo MetaObesidad 2025 para actualizar y consolidar los nuevos conceptos sobre la obesidad recogiendo las ideas básicas, actuales y consensuadas sobre la enfermedad
El decálogo
El decálogo resume además el posicionamiento de la sociedad científica española sobre la obesidad a la que califica de enfermedad crónica y recurrente caracterizada por una acumulación anormal y/o excesiva de grasa corporal que supone un riesgo para la salud física y mental; es además progresiva, que puede pasar de un estado asintomático a condiciones graves o discapacitantes. Es una enfermedad en todas sus etapas; disminuye la calidad y esperanza de vida. Es un factor causante primordial de otras enfermedades crónicas graves, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2, la esteatosis hepática o ciertos tipos de cáncer, entre otras. Además es una enfermedad compleja y multifactorial y en su desarrollo intervienen factores genéticos y biológicos, además de alteraciones del sueño y el estrés, ciertos tipos de medicamentos y factores ambientales y socioeconómicos, además de los hábitos de vida no saludables.
«El IMC no refleja ni la distribución ni la funcionalidad del tejido adiposo ni permite establecer la masa muscular, fundamental para la movilidad y el mantenimiento del metabolismo y la salud en general. No es, por tanto, una medida de salud», explica el decálogo, para el que la acumulación de grasa abdominal se asocia a un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiometabólicas y es determinante del desarrollo de complicaciones metabólicas.