Diario de León

Mas y CiU reclaman a Rajoy una salida imaginativa a la demanda soberanista

El presidente del Gobierno descarta dialogar sobre cualquier propuesta ilegal.

Duran Lleida conversa con Rajoy en el Congreso.

Duran Lleida conversa con Rajoy en el Congreso.

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a. t. / c. r. | madrid / barcelona
León

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Artur Mas y Mariano Rajoy certificaron ayer que la posibilidad de que entablen conversaciones para llegar a un punto de encuentro que permita encajar en la legalidad española las pretensiones de los independentistas de Cataluña sigue al menos tan alejada, por no decir cegada, como cuando hace un mes el Congreso dio un portazo al referéndum secesionista que promueve la Generalitat.

Siguen en posiciones que parecen inamovibles y no dan muestras de abrirse a terceras vías, pese a que no paran de cruzarse ofertas de diálogo. Mas no parece que se replantee su intención de convocar la consulta separatista que quiere celebrar el 9 de noviembre y Rajoy tiene muy claro que mientras el presidente catalán no renuncie al referéndum secesionista, que considera ilegal sin matiz alguno, no hay motivos para reunirse con él ni para impulsar negociación alguna, ni antes ni después de los comicios europeos.

CiU, a través de su portavoz en la cámara baja, Antoni Duran i Lleida, volvió pese a todo a reclamar ayer a Rajoy que ponga «hora y lugar» para un encuentro con el presidente de la Generalitat para una cita en la que retó al jefe del Ejecutivo a aportar una propuesta imaginativa que permita «dar una salida a la demanda mayoritaria de Cataluña», el ejercicio del derecho a decidir, y con ello resolver el «contencioso» entre España y este territorio. Para argumentar lo razonable de su demanda, recordó al presidente que prestigiosos medios internacionales como Financial Times y The Economist recomendaron esta semana al Gobierno español buscar un compromiso con las instituciones catalanas para evitar un posible choque de trenes.

El presidente del Gobierno, en su contestación, en la que obvió cualquier posibilidad de mantener un encuentro con Mas, dejó claras dos cosas: que, en contra de lo que mantienen los nacionalistas catalanes, no cree que exista contencioso alguno entre España y Cataluña sino diferencias de planteamientos entre el Gobierno y otras fuerzas nacionales y «algunos partidos políticos» de esa autonomía, y que su Gabinete no negociará nada que sea ilegal o que suponga «la ruptura de la soberanía nacional».

Artur Mas, que utilizó para su respuesta la sesión de control en el Parlamento de Cataluña, cree que Rajoy está sordo porque no escucha la reclamación del 80% de la ciudadanía catalana, que, según el dirigente nacionalista, quiere votar en la consulta soberanista del 9 de noviembre. Y considera que le falta imaginación porque no acaba de articular una oferta política alternativa que seduzca y pueda neutralizar la propuesta independentista.

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