El PSC acrecienta la brecha y el martes ratificará el no a Rajoy
Tensión máxima entre el PSC y el PSOE. Los socialistas catalanes defendieron este domingo su derecho a votar no a la investidura de Mariano Rajoy, en contra de la opinión mayoritaria del comité federal del PSOE, y el martes someterán esta posición al consejo nacional del partido.
El cónclave de los socialistas catalanes decidirá con toda seguridad que el PSC mantiene su rechazo a favorecer la formación de un gobierno del PP y como consecuencia tomará la determinación de que los siete diputados socialistas catalanes rompan la disciplina de voto en el Congreso y se desmarquen de la decisión adoptada por el comité federal. Aunque el presidente de la gestora, Javier Fernández, reclamó a los socialistas catalanes que sean consecuentes con la votación del máximo órgano del PSOE, que asuman su responsabilidad y acaten la abstención, el líder del PSC, Miquel Iceta, reivindicó la autonomía del PSC y pidió «respeto» para la formación que dirige. «Hoy vengo a defender dos cosas: el no a Rajoy y la capacidad que debe tener el socialismo español para entender una posición distinta del PSC», afirmó.
El previsible no de los catalanes a Rajoy marcará las relaciones entre el PSC y el PSOE, que se rigen por un protocolo que establece la participación catalana en los órganos federales: la Ejecutiva, el Comité Federal y el Congreso socialista.
Será la tercera vez que los diputados catalanes votarán distinto que sus compañeros federales. Las dos primeras veces fueron en 2013, cuando los parlamentarios del PSC respaldaron sendas iniciativas a favor del referéndum sobre la independencia. Era la época en que el PSC defendía la consulta legal y acordada. Más tarde enterró esa idea y las relaciones con el PSOE volvieron a su cauce. En esta ocasión, en cambio, se habla de expulsión y de romper los lazos que han mantenido unidos a los dos partidos desde 1978. Javier Fernández evitó este domingo mojarse sobre si el PSC será expulsado si sus siete diputados no acatan la abstención y no quiso dar pistas sobre qué sanciones baraja la dirección. «No tengo ningún plan en este sentido», dijo. «Lo que me corresponde es persuadir a los compañeros de que no tomen una decisión que no estará en sintonía con el mandato del comité federal», afirmó.