Los reyes conocen la sentencia en el Thyssen junto al presidente húngaro
El rey firma en el libro de honor en presencia de su mujer y el presidente húngaro y su esposa. S. B.
Felipe VI y la reina Letizia tuvieron conocimiento del anuncio a las partes de la sentencia del caso Nóos mientras inauguraban en el Museo Thyssen-Bornemisza la exposición Obras maestras de Budapest junto al presidente de Hungría, János Áder, y su esposa, Anita Herczegh.
Numerosos fotógrafos y cámaras de televisión aguardaban a don Felipe y doña Letizia a la entrada del museo, en el céntrico Paseo del Prado de Madrid, donde los reyes llegaron quince minutos antes de mediodía y saludaron sonrientes a autoridades y trabajadores del museo antes de recibir a la entrada a Áder y su esposa, que llegaban a pie desde el hotel en que están alojados.
Cuando esperaba la llegada de los reyes, la baronesa Thyssen comentó a los periodistas que suponía que hoy (por ayer) es «un día muy triste para ellos» y confió en que «las cosas salgan bien», aunque en el momento en que la Audiencia de Palma comunicó a las partes la sentencia don Felipe y doña Letizia se encontraban ya dentro del museo, mientras los informadores permanecían fuera.
Saludos
Antes de dar la bienvenida al presidente húngaro y su esposa, don Felipe y doña Letizia saludaron en el patio a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, tras lo que accedieron al museo para descubrir una placa conmemorativa de esta primera visita oficial al Thyssen como reyes.
También posaron en el patio para los medios gráficos junto a los trabajadores del museo -mujeres en un 75 por ciento, según explicó una de las empleadas a Ana Pastor-, a quienes se dirigió el rey, en todo momento muy sonriente, para darles la enhorabuena por trabajar en un lugar como el Thyssen.
Los reyes abandonaron el museo junto a sus invitados algo más de una hora después, ante la expectación de medios informativos y curiosos que se agolpaban tras las verjas del patio, y se dirigieron al Palacio de la Zarzuela para ofrecer allí un almuerzo al presidente húngaro y su esposa.