Alentaron la sedición desde el techo de un coche de la Guardia Civil
Los secesionistas encima de los vehículos de la Guardia Civil el 20 de septiembre. QUIQUE GARCÍA
Las pruebas para acusar a Josep Lluís Trapero son «deductivas», pues se basan en la suposición de que los Mossos recibieron órdenes de no actuar y facilitar la votación. Pero la carga probatoria contra Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, líderes de ANC y Ómnium, es mayor. Incluso, icónica. Los atestados fotográficos de la Guardia Civil recogen hasta cuatro imágenes de ambos subidos en el techo de uno de los tres ‘patrols’ destrozados del instituto armado la noche del 20 de septiembre. Los dos aparecen arengando a las masas con un megáfono en la mano.
La juez ya ha dado por buenos los informes y acusa a los dos líderes de las plataformas soberanistas de tener un «papel esencial» en los planes del Govern para conseguir la independencia instigando las revueltas sociales. «Los hechos investigados no constituyen un hecho aislado, sino que se enmarcan dentro de una estrategia compleja» con la que «desde hace tiempo vienen colaborando Cuixart y Sánchez», zanjó.
Lo declarado el día 6
El día 6 de octubre el líder de ANC únicamente contestó a las preguntas de su abogado y definió la «manifestación» del 20 de septiembre como «pacífica y no violenta» y que no pretendía «alterar el orden». Jordi Cuixart, sin embargo, declinó contestar a las partes.
Ambos plantearon una declinatoria de competencia a favor de los juzgados de Barcelona, que fue rechazada por Lamela en un auto en el que reiteraba la competencia de la Audiencia Nacional en la investigación del delito de sedición al tratarse de unos hechos que supusieron «un ataque a la forma de gobierno».
Para Lamela, no se trata de hechos «aislados» sino que formaron parte de una hoja de ruta para la independencia, donde ANC y Òmnium juegan un papel «esencial».