Diario de León

El presidente Torra mantendrá la vía desafiante de Puigdemont

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Por primera vez en 40 años de democracia, la toma de posesión del presidente de la Generalitat no fue una fiesta. Ni pompa ni cientos de invitados en las solemnes dependencias góticas del Palau de la Generalitat. Quim Torra prometió ayer el cargo acompañado por su familia y el presidente de la Cámara catalana en un acto muy breve (poco más de dos minutos) y sobrio, con el que quiso escenificar la situación de excepcionalidad que vive Cataluña y la tristeza por los presos y los fugados, exiliados para el indepedentismo.

Fue una ceremonia en la que ni siquiera el presidente de la Generalitat recibió la medalla con el escudo cuatribarrado que distingue a los jefes del Ejecutivo catalán porque ese distintitivo corresponde a Carles Puigdemont, «el presidente legítimo» para Torra, confeso «presidente interino», y las más de 900.000 personas que votaron a JxCat en las elecciones del 21-D.

La liturgia no pudo ser más sencilla. Una vieja mesa de madera en la que lo único que había era el medallón presidencial. El secretario del Govern, Víctor Cullell, leyó el decreto de nombramiento, un apretón de manos con Roger Torrent, besos y abrazos a la familia y se acabó.

Torra, que concurrió en el úndecimo lugar en las listas electorales de JxCat, exhibió de nuevo fidelidad absoluta a Puigdemont y a su proyecto político. Ninguna mención al rey, a la Constitución o al Estatuto de Autonomía. Unas omisiones que marcan el perfil de la legislatura en la línea de su antecesor, con el desafío al Estado y más proceso secesionista. La fórmula de la toma de posesión creará polémica, pero no es ilegal, según dictaminó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en un auto de 2016.

tracking