El debate se aviva en el PP por la actitud de los afiliados
nuria vega | madrid
La campaña de los candidatos a presidir el PP ha entrado en una nueva fase. Los dirigentes del partido aprecian en las últimas horas un interés de los aspirantes en diferenciarse los unos de los otros. Esa tendencia, que responde a la lógica de este tipo de procesos internos, deja tras de sí una estela de reproches cruzados y alusiones veladas entre María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. En este escenario, la baja participación de los afiliados en el proceso de sucesión de Mariano Rajoy sólo ha servido para avivar el debate interno.
Que sólo el 7,6% de los afiliados se haya inscrito para votar el 5 de julio en primera vuelta al líder del PP, no ha sorprendido en el partido, pero sí ha sentado como un jarro de agua fría por trasladar la imagen de unas «primarias que no ilusionan». El primero en poner el grito en el cielo fue el candidato José Ramón García-Hernández, que exigió el martes por escrito una ampliación del plazo para dar a los militantes la oportunidad de regularizar sus cuotas y participar. Pronto José Manuel García-Margallo y Pablo Casado se sumaron a la reclamación.
La Comisión Organizadora del XIX Congreso del PP, sin embargo, y salvo giro de última hora, no atenderá esta demanda. Fuentes de este órgano trasladaron ayer que no se cambiarán las reglas de juego.