El León enjaulado busca casa con jardín o terraza

Un encierro prolongado lo cambia todo. No es lo mismo estar confinado en una casa con vistas que en un piso ‘zulo’. La posibilidad de una futura pandemia, con la consiguiente cuarentena, ha animado a muchas familias a lanzarse a la búsqueda de un hogar más agradable, lo que abre nuevas perspectivas de negocio al sector inmobiliario.

Las empresas leonesas dedicadas a la venta y alquiler de pisos están cerradas, pero no inactivas. Siguen atendiendo a clientes por teléfono o videollamada, mostrando casas —en fotografías y a través de sus webs— y a la espera de firmar muchas ventas apalabradas antes del confinamiento. Algunas ya han detectado una nueva demanda, la de los buscadores de la ‘casa perfecta’ para tiempos de enclaustramiento. Los leoneses demandan ahora pisos luminosos, con terraza, o chalés con jardín. El espacio se ha vuelto requisito imprescindible. Según los últimos datos del INE, en León hay 5.278 viviendas que tienen entre 46 y 60 metros cuadrados. La falta de metros puede convertir en una tortura la convivencia; sobre todo, si más de un miembro de la familia necesita privacidad para teletrabajar o seguir clases online.

Eladio García, de la inmobiliaria Synergy, se declara optimista. «No comparo esta crisis con la de 2008. Entonces no había créditos y hoy, en cambio, las entidades están ofreciendo financiación». En su caso, tiene 70 operaciones pendientes de firma. «Igual todas no se cierran, porque hay gente que teme que la crisis les pueda afectar», dice. Al responsable de Synergy lo que más le preocupa es el factor «miedo», que la gente se asuste y se paralice la actividad. En principio, considera que el sector inmobiliario solo está sufriendo «un parón».

Margarita Riesco, al frente de R3, una de las inmobiliarias veteranas de León, explica que «siguen entrando demandas de información de viviendas en la pagina web. Guardamos los datos para responder personalmente cuando pueda trabajar todo el equipo de comerciales, que ahora mismo están en un Erte». Sobre lo que más interesa a los potenciales clientes leoneses, afirma que «principalmente obra nueva, pero también de segunda mano. Siguen teniendo mucho demanda los áticos y pisos con terraza. Creo, personalmente que el mercado de cierto nivel, en un plazo no muy largo, va a cambiar su demanda de piso a chalé». En cuanto a los precios, asegura que, «de momento, no han bajado notablemente. Los propietarios se resisten cuando se lo proponemos. Bajarán, quizás, cuando se levante el estado de alarma. Supongo que será el posible comprador el que se encargará de intentar bajar los precios actuales».

En cuanto al perfil del buscador de viviendas, dice que «el comprador tira de fondos propios o pidiendo muy poca hipoteca y ha mirado ya sus posibilidades de financiación. Sabe bien lo quiere y lo que puede comprar; y si se decide, es porque sabe que el precio esta ajustado. Lleva tiempo buscando algo que le encaje y, cuando surge la oportunidad, no la deja pasar».

Jon Aragón, de la inmobiliaria Burgo Nuevo, afirma que el sector «sigue moviéndose» y que sus clientes esperan poder visitar los pisos; algo que no ocurre con las actuales promociones en marcha, «que se venden sobre plano». A estas promociones no les ha afectado la cuarentena desde el punto de vista de las ventas. Aragón también ha detectado un mayor interés por los chalés y los pisos con terraza. «La gente ha pasado por una experiencia de confinamiento y se plantea buscar otro tipo de vivienda». Las inmobiliarias —dice— están en «un impasse». «No se dan las circunstancias de la anterior crisis. Aquella fue una crisis bancaria, muy vinculada a la construcción y, por tanto, al sector inmobiliario». Desde su punto de vista, esta pandemia no va a suponer el mismo «sufrimiento» que entonces.