La velocidad se limitará a 30 por hora y el centro se cierra al tráfico el fin de semana

No se esperará más. Las ideas de movilidad con las que trabajaba el equipo de gobierno del Ayuntamiento de León desde hace diez meses se adelantarán para enmarcarse en la cuarentena impuesta por el coronavirus. El centro de la ciudad pasará a ser peatonal durante el fin de semana, con el argumento de favorecer los espacios para el paseo de los ciudadanos sin vulnerar el distanciamiento social, y la velocidad se restringirá a tan sólo 30 kilómetros por hora. Las dos medidas encabezan el plan que el consistorio, presidido por el socialista José Antonio Diez, prevé poner en funcionamiento de inmediato y en el que, a mayores, se generarán nuevos ciclocarriles de preferencia para las bicicletas, como el que ya funciona desde el pasado mandato para unir la plaza de toros con el entorno del auditorio, en Eras de Renueva.

El cierre del centro abarcará un puñado de calles que estaban dentro del estudio que abarca de manera preferente todas aquellas que confluyen en la plaza de Santo Domingo. Por ahora, los dirigentes políticos se han decantado por seguir el criterio de los técnicos de movilidad en cuatro ejes principales que podrían ampliarse después: Gran Vía de San Marcos, en el tramo que va desde la glorieta hasta La Inmaculada; Ramón y Cajal, desde la confluencia con La Torre hasta el edificio Pallarés; Villabenavente, en el trozo comprendido entre República Argentina hasta la plaza de las Cortes Leonesas; e Independencia. Cuatro espacios que se suman a la decisión ya anterior y permanente de que no discurran vehículos por la avenida de Ordoño II, donde no habrá ni siquiera autobuses.

La interrupción del tráfico en estos viales se acomodará al mismo horario en el que hasta ahora no funciona la ORA. Desde las 14.00 horas del sábado y toda la jornada del domingo quedará prohibido circular por estas calles. La regulación atiende a la etapa mientras dure el actual estado, según puntualizó Diez ayer a los portavoces del resto de grupos políticos en la reunión que tuvo lugar a media tarde.

La estrategia de movilidad se adelantará al final a la medida que tienen previsto imponer la DGT y que el anterior equipo de gobierno municipal del PP ya exploró hace dos años. La circulación de los vehículos, salvo en vías como las rondas, quedará limitada en la ciudad a 30 kilómetros por hora, como ya sucede en vías como Papalaguinda y Fernández Ladreda, así como en barrios como San Claudio, San Mamés y el campus universitario de Vegazana. Para argumentarlo, los técnicos se acogen al estudio que resuelve que el riesgo de fallecer para un peatón baja del 80% al 10% si se pasa de 50 a 30 por hora.

El paquete de intervenciones comprende la creación de ciclocarriles. No están cerrados por ahora, aunque en el estudio entra Gran Vía. Su puesta en funcionamiento se hará más adelante, a la vez que se afinan con los comerciantes y hosteleros las calles concretas en las que se quitarán aparcamientos para recrecer terrazas y habilitar espacios de para hacer cola delante de los comercios.