Caldera admite un «error» pero niega que haya manipulado documentos

«El único error que se puede admitir es no haber entregado el documento completo». Esta es la impresión de Caldera, después de la polémica que se ha levantado tras esgrimir ante el vicepresidente Rajoy un resumen de un texto de Marina Mercante. Aunque rechazó que hubiera intención de manipularlo, aseguró que el PSOE debería haber sido más cuidadoso. «Esta gente de la derecha, con sus malas artes, aprovecha cualquier posibilidad que tiene para manipular», dijo. Una vez reconocido el error, el apoyo del PSOE a Caldera es absoluto. El propio portavoz parlamentario aseguró sentirse «absolutamente respaldado, pública y privadamente» por su partido, incluso por dirigentes que consideran que ha cometido un error. Por ejemplo, la secretaria de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que recordó que, incluso con el documento completo queda avalada la tesis del PSOE: que el Gobierno es el responsable del cambio de rumbo del Prestige. En este sentido, el secretario de Organización socialista, José Blanco, aseguró que el Gobierno debe aclarar si hubo presiones desde Francia o Portugal para que el Prestige cambiara su rumbo. Esta es una de las cosas que el PSOE quiere aclarar en la solicitada comisión de investigación. La disculpa de Caldera, en todo caso, no es suficiente para el Gobierno. Rajoy aseguró que para el Ejecutivo «Caldera ha quedado descalificado como interlocutor», e incluso advirtió que mantener una relación política y llegar a acuerdos con el PSOE será «complicado». «Espero que le cese» Habló de los comentarios del diputado madrileño Antonio Carmona y, especialmente, de la «enorme manipulación» de Caldera para explicar la dificultad que tendrán ahora las relaciones entre ambas formaciones. Rajoy, en definitiva, criticó al PSOE su «insolidaridad», su «falta absoluta de responsabilidad» y «algunos comportamientos para echarse a correr». Y al líder socialista, pese al respaldo del PSOE, le mandó un claro mensaje: «Yo espero que no mantenga al señor Caldera como interlocutor político». «El Gobierno no ha mentido», dijo Rajoy, aunque admitió que se han podido cometer errores. Unos errores de los que habló en esta misma rueda de prensa el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos («me declaro imperfecto», dijo), para asegurar que la decisión de alejar el Prestige y no atracarlo en el puerto de La Coruña no fue uno de ellos. Cascos aseguró que nadie de Fomento se ha mostrado favorable a introducir el buque en el puerto de La Coruña.