Diario de León

Sánchez sopesa un fichaje que ya tiene en mente para cubrir la salida de Calviño

Reajustará el Gobierno recién constituido tras la confirmación de que su número dos presidirá el banco inversor

Nadia Calviño, ayer, en Bruselas, atiende a los medios tras conocerse la noticia. OLIVER HOSLET

Nadia Calviño, ayer, en Bruselas, atiende a los medios tras conocerse la noticia. OLIVER HOSLET

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La fumata blanca de Bruselas que ha erigido a Nadia Calviño como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones que mueve fondos multimillonarios proyecta su onda expansiva sobre la política española. Tras una campaña para las generales del 23 de julio en la que Pedro Sánchez tiró de su número dos económica a fin de subrayar los logros del Gobierno a lo largo de la legislatura —aún resuena el «nosotros tenemos a Nadia, ellos tienen a nadie», la ironía lanzada como un dardo contra el PP de Alberto Núñez Feijóo—, la opción de que Calviño regresara a los despachos comunitarios en los que se curtió convertida en máxima responsable del BEI cobró forma para abrillantar la representación de España en la UE.

Pero ello va a llevar a Sánchez, líder por turno de la Unión este semestre, a acometer un movimiento insólito: el reajuste, a sabiendas, de su Gobierno apenas constituido, que afectará a la vicepresidencia primera en manos de la política gallega y a las atribuciones de una cartera tan esencial como Economía.

La confirmación oficial este viernes por la mañana en Bruselas del fin del ciclo español de Calviño —que será la primera mujer en comandar el BEI imponiéndose en competida liza a otra, la comisaria danesa de Competencia Margrethe Vestage—, se daba por hecha tras haber recabado el apoyo de Bélgica, país encargado de pilotar el relevo del actual presidente del BEI, el alemán Werner Hoyer.

El propio Sánchez lo había dado por descontado en los últimos días al dedicar encendidos elogios a modo de despedida a su escudera -halagos que reiteró hoy en un mensaje en las redes sociales rematado con un «¡Enhorabuena, Nadia! Te echaré mucho de menos»- y al conformar un gabinete que llevaba adosada, de inicio y atípicamente, la posibilidad de cambio.

No está claro aún ni cuándo ni quién sustituirá a una Calviño que forma parte del reducido sexteto de ministros —los otros son María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles, Luis Planas y José Manuel Albares— que acompaña a Sánchez desde su primer mandato en 2018. Y la alusión no es baladí, porque en apenas un lustro han pasado por el gabinete medio centenar de responsables de cartera pertenecientes al PSOE, Unidas Podemos y ahora, Sumar.

El recambio de la vicepresidenta primera, la exdirectora general de Presupuestos de la UE a la que Sánchez reclutó para aquel primer ‘Gobierno bonito’ tras la moción de censura a fin de dotar de profesionalidad y empaque al desafío de la política económica, reta a un Ejecutivo que encara una complejísima legislatura condicionado por la dependencia del conjunto del soberanismo catalán y vasco.

El presidente cuenta con margen para tomar su decisión hasta que Calviño tome posesión de nuevo cargo, algo que el BEI fijó expresamente en su comunicado para este 1 de enero. Pero aunque la balanza no se haya decantado aún, fuentes de su entorno sí confirman que Sánchez sopesa un fichaje fuera del Ejecutivo para que asuma las atribuciones del Ministerio de Economía y que, de hecho,»ya tiene un nombre» en mente. Un perfil de prestigio capaz de moverse con soltura en Bruselas.

Ni Montero ni Escrivá

El ascenso de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE y negociadora clave en el equipo de la Moncloa, a la vicepresidencia cuarta en el Ejecutivo resultante de la investidura del líder socialista el pasado 16 de noviembre ha dado aire a la posibilidad de acabe ocupando el puesto de Calviño como número dos del Gobierno. Esta es una legislatura de alto voltaje político y nadie rebate las condiciones de Montero, encargada de sacar adelante el proyecto de Presupuestos, para esa brega diaria con socios y oposición.

Pero lo que parece descartado es que la dirigente andaluza vaya a agregar a sus competencias en Hacienda las de Economía. La alternativa de que estas pasen al área bajo responsabilidad de José Luis Escrivá, despojado de una gestión tan nuclear como la Seguridad Social y con una cartera acotada ahora a Transformación Digital, ha ido perdiendo fuelle en las últimas semanas si alguna vez ha llegado a tenerlo más allá del terreno de la especulación.

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