Los gobiernos vasco y catalán estudian emprender acciones legales contra De Parga

Los gobiernos catalán y vasco estudian emprender acciones de distinto calado contra el presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, que el pasado martes criticó a las autonomías denominadas históricas. El lendakari Ibarretxe avanzó ayer la posibilidad de recusar al magistrado para que no intervenga en el recurso presentado por su Ejecutivo contra la Ley de Partidos Políticos; el consejero jefe de la Generalitat, Artur Mar, fue más lejos y aseguró que su equipo de gobierno no descarta emprender acciones legales -de carácter civil- contra De Parga. Los dos mandatarios justificaron con los mismos argumentos. Para Mas, la defensa que hizo Jiménez de Parga de la abolición del concepto de nacionalidades históricas incluyó argumentos «ofensivos»; en opinión de Ibarretxe, las opiniones del presidente del Constitucional parten «de un planteamiento de insulto». El consejero jefe de la Generalitat, anunció que, además de acudir a la jurisdicción civil en defensa de la autonomía catalana, su Ejecutivo no descarta recusar a De Parga en cuando intervenga en cualquier recurso presentado ante el Constitucional que pueda afectar a los intereses de Cataluña. En esta polémica terció ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, que desde Coruña rechazó las acusaciones de que esté impulsando una involución autonómica para devolver a España a «los tiempos de Maricastaña».