Diario de León

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Sobre todo, que no falte el curro

Empezar de nuevo parece ser su lema: «Trabajar sabemos, físicamente estamos bien y estamos preparados técnicamente, así que somos capaces de lo que haga falta»

Dos trabajadores leoneses de Sintratel cableaban ayer el nuevo edificio de IBGM en Valladolid

Dos trabajadores leoneses de Sintratel cableaban ayer el nuevo edificio de IBGM en Valladolid

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Rosa Masegosa - valladolid
León

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Cablear y montar todo el sistema informático del nuevo Instituto de Biología Genética Molecular de Castilla y León es el primer encargo que los trabajadores leoneses de Sintratel han recibido en Valladolid, aunque esperan que no sea el último, ya que, según explica Manuel Heras, han abierto su oficina en León, «pero sabemos que la mayor parte del trabajo lo vamos a tener aquí, en Valladolid». Justo en ese momento le interrumpe otro empleado de Sintratel, José Arribas Fuentes, para señalar que su objetivo es terminar el año con 30 o 40 personas en plantilla, ya que el requisito indispensable de los contratos que vayan haciendo es que tengan continuidad. «Nosotros lo primero que aseguramos es la continuidad de los compañeros, aunque, por supuesto, el objetivo es llegar a incorporarnos todos al trabajo», afirma Heras, quien asegura: «En esta empresa no hay categorías, todos somos iguales». Así, y aunque la medida de edad de los actuales trabajadores de Sintratel ronda los 50, la ilusión por el nuevo proyecto se palpa en el ambiente. «Ganas, todas, porque si no salimos por nosotros mismos, nadie nos va a contratar a estas alturas». «La única salvación es esto, así que como para no echar el resto!», apunta otro compañero, quien señala que esta empresa también puede convertirse «en el futuro de nuestros hijos, de los que vienen detrás». «Estamos seguros de que esto va a salir bien porque es nuestra única salida», asegura. Vuelta al tajo En cuanto a lo de la vuelta al tajo después de todo los sucedido, no ha sido en absoluto dura, sino todo lo contrario. Las familias han sido el principal apoyo de estos nuevos emprendedores. «Además de que se nos ha acabado el paro y la ayuda familiar, volver a ponerte a trabajar también nos ayuda a nivel personal porque está claro que esto estaba afectando al carácter, a la familia...». «Lo suyo sería vivir sin trabajar pero mientras Telefónica no nos pague lo que nos debe es imposible», bromea José Arribas. Y es que aunque tan sólo llevan quince días llenando de cables el nuevo edificio del IBGM, que se sitúa junto al Hospital Clínico de Valladolid, se trata de un trabajo tan parecido al que realizaban a diario en Sintel que, a pesar del largo parón laboral, «esto no se olvida», asegura Arribas.

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