El PSOE negará a Maragall grupo parlamentario propio en el Congreso
El PSOE no atenderá la propuesta de Pasqual Maragall de que los socialistas catalanes formen grupo parlamentario propio en el Congreso y mantendrá el esquema unitario actual en la negociación de la reforma del Reglamento de la Cámara. Los portavoces de la comisión retomarán la discusión en septiembre después de haber aparcado, a la vista de las discrepancias, la negociación sobre los requisitos necesarios que requiere un partido para tener grupo parlamentario. Los socialistas no quieren abrir un nuevo foco de conflicto con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ahora que está sobre la mesa el debate sobre la reforma de la Constitución y la denominación que tendrán en ella las comunidades autónomas. Por eso, aceptaron de buen grado aplazar la discusión sobre la formación de grupos parlamentarios en una de las primeras reuniones que celebró, antes del verano, la ponencia encargada de impulsar la reforma del Reglamento del Congreso. En septiembre se reanudarán los trabajos y será entonces cuando el grupo socialista hará público su rechazo a la petición de Maragall de que los diputados del PSC tengan grupo propio. El presidente de la Generalitat pretende volver al modelo de los primeros años de la transición, cuando los socialistas catalanes y los socialistas vascos disfrutaron de esa autonomía, y argumenta que la decisión de suprimir esos grupos, en 1982, fue una de las consecuencias del golpe de Estado del 23-F. «Algunos quieren interpretar la Historia», dijo Zapatero, el pasado 10 de julio, tras su audiencia con el Rey en el Palacio de Marivent. El presidente del Gobierno aludía al debate sobre el desarrollo autonómico y pocos vieron en sus palabras una alusión directa a su compañero catalán. Zapatero no piensa modificar ese apartado y cuenta, además, con el respaldo del primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, y de otros dirigentes del partido catalán, que ya han advertido que la pretensión de Maragall no es para ellos una «prioridad». «Son cosas de Maragall, que está empeñado en escenificar en Madrid el tripartito», afirman dirigentes del PSOE que aseguran que basta con la experiencia del Senado para dar satisfacción a Maragall.