Carod pide un Aznar a Papá Noel

Como la crónica navideña permite licencias admitamos que hemos tenido acceso a la carta de Carod Rovira a los Reyes Magos, o a Papá Noel si lo prefieren. Su deseo se resume en que le traigan un Aznar como sea. ¡Qué desorientación la de este hombre desde que le quitaron al Aznar que tenía y que le daba tanto juego!. La misma carta del líder republicano catalán a los Reyes Magos en el 2002 era muy concreta: aspiraba a un gran cargo en la Generalitat. Y se lo concedieron: poco antes de la Navidad del 2003 Carod era nombrado conseller en cap, o jefe del gobierno catalán. Los de Oriente estuvieron espléndidos y él, astuto: entre Más, el sucesor de Pujol, o Pasqual Maragall, él optó por el socialista. Por ideología, asegura Carod, pero todo el mundo cree que, en la disyuntiva, resolvió por edad. Pudiendo elegir no iba a ponerse por encima a un tipo más joven que él. La satisfacción era tal que a los cuarenta días Carod rompió el juguete. Un inesperado viaje a Francia para entrevistarse con la dirección de ETA, precisamente el día que Maragall lo había dejado al mando de Cataluña porque andaba de viaje en el extranjero, acabó con su etapa gubernamental. Los servicios secretos españoles detectaron el encuentro. Aznar, todavía presidente del Gobierno, se guardó la valiosa información y un domingo de Enero del 2004 se la filtró al Abc . Puigcercós, el hombre de ERC en Madrid, lo supo horas antes de la publicación y le mandó un SMS a Carod porque no le respondía al teléfono: «¿Es cierto lo de tu reunión con ETA?». Carod se puso al aparato en pocos minutos. «Sí, pero no se lo digas a nadie». Puigcercós trató de tranquilizarlo, aunque a su manera: «Vale, ni una palabra. Solo que mañana lo publica el Abc ». Preguntado tiempo después el portavoz republicano en Madrid sobre su primer sentimiento al recibir de Carod la confirmación, se sinceró saltándose cualquier protocolo: «Mire, de entrada, le hubiera pegado dos hostias». La redención La vida le dio más, sin duda. Perdió el cargo de «conseller en cap» aunque obtuvo buenos resultados el 14 de marzo, donde se redimió electoralmente y, lo que es más grave para él, perdió como adver sario al Aznar que le había hecho un hombre electoralmente. Cada vez que el todavía presidente del Gobierno arremetía contra Cataluña o los nacionalismos, Piqué se llevaba las manos a la cabeza y Carod subía un diputado. De uno a ocho. Pero también subió el PSOE -probablemente otro beneficiario de Aznar- hasta el punto de que perdió Mariano Rajoy y Zapatero gobernando le puso las cosas mucho más difíciles al líder independentista catalán. Zapatero rehabilitó al presidente de la Generalitat Lluis Companys, fusilado por Franco. Mandó al ministro Montilla a templar las salidas de tono de Maragall, siempre preocupado por la subida en intención de voto de Esquerra y, Carod, ante la evaporación de un gobierno de Madrid que le regalaba votos con su explosiones de centralismo rancio, se tuvo que poner a buscar enemigos. De ahí nace el boicot propuesto por Carod a la candidatura de Madrid 2012 para los Juegos Olímpicos respondida con un boicot al cava catalán. La dirección de Madrid 2012 no se inquietó, como reconoce su hombre fuerte Feliciano Mayoral: «Es insignificante para nosotros y además lo corrigió claramente Maragall enseguida. Nos hace más daño el tratamiento de los tabloides anglosajones a los gritos racistas de los ultrasur en el Bernabeu». Los que sí se inquietaron fueron los productores catalanes de cava. El escritor Ignasi Riera, ex diputado por tres legislaturas autonómicas por Iniciativa per Catalunya, se reunió con esos empresarios en los últimos días y conoce bien la indignación que les provocó Carod con su propuesta.»En estos momentos -declara Riera- los empresarios catalanes, y no solo los del cava, ven a Carod como un peligro público por sus salidas de tono y quizás lo peor para él es que en su partido ya no le ríen las gracias como antes». Prueben a preguntarle por el episodio a Puigcercós, rival interno de Carod, y se encontrarán con esta respuesta: «Hay que quitarle importancia porque fue un simple calentón por la negativa a que hubiera una selección catalana de jockey». Así que Carod que tanta gloria obtuvo en su duelo dialéctico por Aznar, anda reconstruyendo el enemigo con poca fortuna. Fuerza las situaciones hasta el histrionismo y eso le desacredita. Lo que daría por recuperar aquella situación privilegiada de contar un adversario como el que tenía, solo está en su carta a los Reyes. Reyes para los periodistas La semana que termina ha sido un verdadero frenesí para los informadores porque andaban de copa en copa. Desde la cena de la Asociación de Periodistas Parlamentarios que recuerda el ministro del Interior, Alonso, partido de risa, no ha habido día sin guateque. «En vuestra fiesta me lo pasé de puta madre» les dijo con una franqueza de hombre corriente al que todavía no se le ha subido el cargo. Cada grupo parlamentario hace regalos navideños con alguna intención. Por ejemplo, los catalanes de CiU regalan exquisito aceite de La Boadella, Moncloa este año una cesta de la ONG Ayuda en Acción con productos de comercio justo, el PP una mantita quizás porque en la oposición se pasa frío.