Diario de León

Maragall acusa a CiU de bloquear el pacto y los barones socialistas creen que el acuerdo llegará en días

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P. de las Heras | M. Suárez - madrid
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Pasqual Maragall aseguró el martes que el acuerdo sobre el estatuto se retrasa porque Convergencia i Unió está poniendo palos en las ruedas de la negociación. En la reunión en Moncloa de los líderes territoriales del PSOE, el presidente de la Generalitat acusó a los nacionalistas de mantener una postura intransigente para beneficiarse del hipotético fracaso de la propuesta. Sólo el primer secretario del PSC, José Montilla, arropó al jefe del Ejecutivo catalán. Al tomar la palabra para explicar el estado de las conversaciones, el presidente de Cataluña alabó a ERC e IC-V a la vez que criticó la «intransigente» postura de CiU, según informaron fuentes socialistas. Maragall cree que los nacionalistas catalanes están calculando los réditos electorales que podrían obtener del fracaso del estatuto y aseguró que su actitud «complica» que las conversaciones avancen. Ayer, Maragall urgió desde Lérida a los partidos catalanes a llegar a un acuerdo y, sin citar a CiU, advirtió que «los que cuentan cada día los beneficios de un pesimismo táctico, han de saber que están haciendo daño, quizá de forma imperceptible pero cierta, a la moral de la ciudadanía y la credibilidad de la clase política» de Cataluña. La conclusión Los líderes territoriales del PSOE están convencidos de que el acuerdo sobre el Estatuto de Cataluña es «cuestión de días». Esa fue la conclusión a la que llegaron los presidentes autonómicos y secretarios generales socialistas tras la cena que el martes les ofreció José Luis Rodríguez Zapatero en el Palacio de La Moncloa. En el encuentro, destacados barones socialistas instaron al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, a anteponer el interés del PSOE al del Partido de los Socialistas de Cataluña. Según todas las fuentes consultadas, a diferencia de lo que ocurrió el pasado noviembre, la cena transcurrió de forma «agradable y distendida», sin tensiones. A ello contribuyó que en diciembre el grupo parlamentario socialista presentara en el Congreso unas enmiendas que pretenden arrancar de cuajo cualquier aspecto inconstitucional del texto, y también la «tranquilizadora» postura que el ministro Solbes, mantiene en la negociación del sistema de financiación.

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