Diario de León

Los sectores «maragallistas» acogen con alivio la designación de Jordi Hereu como sustituto

La marcha de Clos a Industria agudiza la crisis política qu existe en Cataluña

El nombramiento lo propuso su antecesor en el cargo y Zapatero lo aceptó de inmediato Francisc

Joan Clos, tras su rueda de prensa de ayer en el ayuntamiento

Joan Clos, tras su rueda de prensa de ayer en el ayuntamiento

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Paco Soto - barcelona
León

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La designación del alcalde de Barcelona, Joan Clos, como ministro de Industria, Comercio y Turismo, en sustitución de José Montilla, ha agudizado la crisis política catalana en vísperas de la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones autonómicas. Con su marcha a Madrid, el PSC prescinde de uno de los dirigentes más cercanos a Paqual Maragall, quien dentro de pocos meses dejará la presidencia de la Generalitat. Más allá de las declaraciones oficiales cargadas de optimismo de José Montilla y de dirigentes del PSOE y del PSC, el nombramiento de Clos y su sustitución por el quinto teniente de alcalde y portavoz socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Hereu, ha sido acogido con alivio por los sectores más «maragallistas» del socialismo catalán. Pero en el partido también hay preocupación. Cuando faltan tres meses para que se celebren las elecciones autonómicas y menos de un año para los comicios municipales, el cambio en el ayuntamiento, que desde el restablecimiento de la democracia y la autonomía representaba el principal bastión de la izquierda catalana, abre el temor a una crisis en el equipo de gobierno (PSC-ERC e ICV) y acrecienta el miedo a perder la alcaldía. La elección de Clos fue iniciativa de Montilla, según fuentes cercanas al ministro, por más que Rodríguez Zapatero aceptará de inmediato la propuesta. El primer secretario del PSC coloca así fuera del partido a uno de los pocos dirigentes «maragallistas» que todavía tenían peso en el partido y coloca en su lugar a un cuadro más gris pero más cercano, Jordi Heréu, pese al riesgo de que se pierda la alcaldía más emblemática de Cataluña. Incertidumbre ERC e ICV expresaron ayer sus dudas sobre el futuro de la izquierda en Barcelona y en el conjunto de Cataluña. El segundo teniente de alcalde en el ayuntamiento de la capital, Jordi Portabella, no ocultó su «preocupación» por la «incertidumbre» política que supone el nombramiento de Clos como ministro, por más que lo consideró «positivo» para la ciudad condal. Por su parte, Inma Mayol, en nombre de ICV, opinó que la elección de Clos debe leerse en «clave interna» del PSC, pero señaló que los cambios en el Gobierno municipal entrañan cierta «desorientación política». Mucho más dura fue la crítica nacionalista y popular. Xavier Trías, presidente del grupo municipal de CiU y aspirante a alcalde, afirmó que Clos ha sido nombrado ministro porque «el PSC sabía que no saldría reelegido» en las próximas municipales. Para Trias, su sucesor, Jordi Hereru, «perderá las elecciones, porque llevará a cabo la misma política que Clos». El presidente de CiU, Artur Mas, se mostró convencido de que el PSC ha querido «quitarse de en medio» a un alcalde «en sus horas bajas», y el portavoz de la coalición en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, auguró que Clos será «un ministro provisional». El presidente de los populares catalanes, Josep Piqué, calificó el nombramiento de «broma» y aseguró que el perfil de Clos «no es el más idóneo» para un ministerio «tan complejo» como el de Industria, que él ocupó en el primer gobierno de José María Aznar. A su juicio, se trata de «un fraude al electorado», ya que el «compromiso del alcalde es con los ciudadanos y no con su partido». Por su parte, el portavoz del PP en el ayuntamiento barcelonés, Alberto Fernández Díaz, opinó que Rodríguez Zapatero y el PSOE «han menospreciado» a la capital catalana y a sus instituciones «sin avisar primero a la ciudadanía». Indiferente a las críticas, Joan Clos compareció ante los medios informativos para valorar su nombramiento. El alcalde, que dimitirá la semana que viene tras el pleno extraordinario que celebrará el Ayuntamiento de Barcelona, aseguró que afronta su nueva responsabilidad «con mucha ilusión y con la garantía del buen trabajo hecho por Montilla». «Trabajaré con el mismo entusiasmo y dedicación que por Barcelona», Clos. El todavía alcalde de Barcelona, que ha recalcado que se trata de un «municipalista convencido», ha afirmado que emprende con «ilusión» esta nueva etapa de su vida política, y que llega a Industria con la garantía del trabajo positivo. «El nombramiento me parece sorprendente. La política industrial es complicada y las telecomunicaciones, el comercio y el turismo son cosas complejas que requieren de ciertos conocimientos técnicos» JOSEP PIQUÉ Presidente del PP en Cataluña y antiguo ministro de Industria

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