Niños solos en los últimos aviones

El último vuelo directo entre España y Bolivia llegó ayer por la tarde a Barajas sobre las seis de la tarde, operado por las compañías Aerosur y Air Comet. Unas horas antes había aterrizado otro avión con 390 pasajeros. Los vuelos llegaron «llenos, repletos», según explicaron varios de sus ocupantes, que en su mayoría se mostraron felices «por haber aprovechado esta última oportunidad de venir a España, ya que luego será más difícil». Entre el pasaje que llegó a Madrid había al menos diez niños que viajaron solos, sin que los acompañase ningún familiar sino personal de la compañía, a quienes sus padres han traído a España «para unir a la familia». Osvaldo, que lleva tres años en España, utilizó el servicio de acompañamiento de menores de la compañía aérea para traer a sus tres hijos, Erika, Remi y Alexander, de 14, 12 y un año y medio respectivamente, que llegaron a Barajas «cansados, pero muy contentos», según relataron entre sonrisas. «Era el último día para traer a mis hijos, porque luego me iba a costar mucho más reagrupar a la familia», explicó Osvaldo, y detalló que los trámites del viaje y los billetes le han salido por 4.500 euros. Por su parte, Willy se felicitaba por haber podido unir a su familia tras ver llegar a sus dos hijos de 9 y 7 años, lo que «llevaba esperando mucho tiempo» y «tenía que ser ahora o nunca, prácticamente». La mayoría de los pasajeros confesaba que viene a España «a trabajar y a buscar una vida mejor», aunque algunos insistían en que vienen a pasar una temporada de vacaciones con sus familiares. La llegada a España se ha visto complicada por la crisis migratoria desatada en vísperas de la entrada en vigor del visado para los bolivianos que desean ir a Europa, y sobre todo a España, ha derivado en una prohibición total a la aerolínea LAB para realizar vuelos regulares.