Diario de León

El Manuscrito de Astorga fue regalado por la Diputación al dictador en 1964

El único bien que León reclama a los Franco sigue en paradero desconocido

La familia no responde a los requerimientos para recuperar este tratado de pesca de 1624, único en Europa

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Marco Romero - león
León

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Es la única propiedad que vincula a los herederos de Francisco Francisco Bahamonde con León. La pieza no tiene un alto valor económico, pero sí científico e histórico. Se trata del denominado Manuscrito de Astorga que la Diputación Provincial de León regaló al jefe de Estado el 11 de julio de 1964 durante su visita oficial a la ciudad. Este documento es uno de los tratados más antiguos de Europa (1624) sobre el arte de imitar con plumas y sedas multiculores las moscas para pescar truchas. Tiene un valor simbólico añadido al resumir en sus páginas ancestrales testimonios de «pescadores de mucha experiencia», pero tres años después de que la UPL iniciara las primeras gestiones para localizar y reclamar este bien la obra sigue en «paradero desconocido», una expresión que suena a sentencia cuando la cita cada una de las fuentes consultadas para este reportaje. El Manuscrito de Astorga -en él se deja constancia de la existencia de los gallos de La Cándana- fue escrito por el clérigo maragato Juan de Vergara en un libro con cubierta de pergamino y hojas de papel sin numerar. Su tamaño es probablemente menor que una cuartilla y consta de al menos 68 páginas. La parte escrita por el autor original llega hasta la página decimotercera. En ella se habla de la utilización de plumas para confeccionar 33 modelos de moscas artificiales. Un continuador anónimo se limitó a escribir en el siglo XVIII algunas notas en las hojas impares, que se encontraban en blanco. Añadió diez páginas más al texto original, que fueron ampliamente completadas en el siglo XIX por el leonés Luis Peña, según recuerda el investigador Alfonso García Melón, autor de El Manuscrito de Astorga y Juan de Vergara . El tratado pasó tres siglos de propietario en propietario hasta que cayó en manos del filántropo Julio del Campo, de quien se dice que, como aficionado a la pesca, siempre fue consciente de la importancia de este documento. A su muerte, la Diputación de León compró el libro a una heredera para obsequiar a Franco el día que viajó a León junto a su esposa para clausurar el Congreso Eucarístico Nacional. Era presidente de la institución provincial Antonio del Valle. «El libro antiquísimo, titulado Libro de Pesca , ha sido finamente encuadernado en los talleres de don Saturnino Escudero», publicaba Diario de León el 11 de julio de 1964. Pero no hay misterio más grande que el oscuro camino que ha seguido este documento desde que salió del taller de escultura de Julio del Campo en Ordoño II hasta que cayó en manos de la familia Franco. Tras la muerte del dictador, el tratado no fue entregado a Patrimonio Nacional, dependiente del Ministerio de Presidencia, y la Fundación Nacional Francisco Franco tampoco sabe nada del libro, puesto que sus fondos se centran en títulos y documentos relacionados con la figura del dictador. Sólo queda la opción de la familia, quien jamás ha contestado a los repetidos requerimientos realizados por la institución provincial y por los investigadores. Desde las filas leonesistas recuerdan que en febrero del 2005 su grupo político en la Diputación de León solicitó al Instituto Leonés de Cultura que reuniera los antecedentes de la compra de esta pieza y su posterior entrega al jefe del Estado para comprobar si, legalmente, este tipo de regalos han de ser considerados propiedad del interesado o de la nación. Actualmente, el Palacio de Oriente de Madrid exhibe los regalos institucionales que recibe el jefe del Estado y su familia. Allí se lleva una completa lista de los mismos, señalando claramente los que quedan adscritos a su uso personal y los que entran de alguna forma bajo control de la entidad Patrimonio Nacional. Se habla de Londres, de Suiza... El dictador fallece en 1975 y se pierde el rastro sobre el paradero del manuscrito. En este tiempo se han sucedido los rumores. Se supuso durante muchos años que desapareció durante el incendio que devastó el pazo de Meirás el 18 de febrero de 1978, aunque es algo muy probable que se encuentre todavía entre los efectos personales del dictador. Los investigadores han seguido la pista a los datos que localizaban el manuscrito en Londres y en Suiza, donde supuestamente había sido vendido en los años 70. Pero ninguna de estas pistas ha dado resultados. Los interesados en recuperar el manuscrito miran con lupa cada movimiento patrimonial de la familia Franco. El último aliento surgió cuando tres generaciones de la saga se retrataron para un semanal en el Pardo y el Valle de los Caídos. La imagen que retrata a Carmen Franco Polo, Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón en la biblioteca de la vivienda de la madrileña calle de Hermanos Bécker tiene de fondo, entre otros muchos libros, lo que parece un lujoso tratado de pesca. FECHA EN LA QUE LA DIPUTACIÓN REGALÓ A FRANCO EL MANUSCRITO Fue en visita oficial

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