Predicciones caducas

Estrenada a bombo y platillo el 6 del 6 del 2006 -quién sería el graciosillo de márketing-, regresa La profecía treinta años después. Y es que el Hollywood de hoy no podía dejar de profanar un clásico tan jugoso como éste. Sin embargo, es preciso aclarar que la adaptación aguanta el tipo si la comparamos con otros remakes-bochorno perpetrados en los últimos años, por no hablar de prescindibles secuelas y precuelas. Tal vez, el acierto de esta Profecía esté precisamente en haberse plegado con fidelidad a la primera versión. Los puntos fundamentales de la trama se han mantenido escrupulosamente, salvando algunas actualizaciones: ahora el Anticristo juega a la Playstation y su venida ha sido anunciada por la caída de las Torres Gemelas y el tsunami del verano pasado, pero por lo demás las cosas siguen igual. Aunque no hay nada en esta película que supere al original, al menos hay que agradecer que se lo hayan tomado en serio. El casting se ha hecho con buen ojo y la recuperación de Mia Farrow para el terror -demostrando otra vez que los papeles que mejor le van son los de tarada- tiene una cierta gracia cinéfila. También por fortuna, y más allá de las chorradas apocalípticas -que el excelente reparto soporta casi con la misma dignidad que sus predecesores-, ésta sigue siendo una historia centrada sobre un atroz drama familiar, como bien supo transmitir el grandísimo Gregory Peck. Por todo ello, La profecía funciona bastante bien en conjunto y tal vez entretenga a los pocos que no hayan visto la película de Richard Donner. Pero sería patético conceder mérito a saber copiar con chuleta y alabar un remake que pierde fuelle cada vez que se aleja de los caminos bien trillados del original: las mejores escenas no dejan de ser calcos casi exactos. Además, ésta ha perdido aquella atmósfera malsana. El pelirrojillo daba un mal rollo que no veas.... «LA PROFECÍA»: EE. UU. 2006. Dir: John Moore. Int: Liev Schreiber, Julia Stiles, Mia Farrow, David Thewlis. 110 minutos.