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Entre comedia y drama

Marta Larralde, una de las actrices clave en «Días azules»
Días azules es un drama sobre la familia, los reveses de la vida, lo difícil que es crecer y gobernar tu destino. Miguel Santesmases vuelve con una trama de jóvenes en compleja coyuntura vital, en la misma línea que ya había explorado con la adaptación de Amor, curiosidad, Prozac y dudas , aunque aquí, afortunadamente, hay más chicha. Los protagonistas son tres hermanos de caracteres muy distintos y casi arquetípicos que comparten un mismo desconcierto e insatisfacción ante su inmediato futuro. El guión escrito por el propio Santesmases y los hermanos Casariego funciona bien a ratos, con hábiles saltos de la comedia al drama, pero se cierra con un abrupto y forzado happy end que deja demasiados cabos sueltos. Ciertamente, la sensación de que esta historia habría dado para más se palpa durante toda la segunda parte de la película y resulta poco creíble ese final en el que el suceso traumático que planea sobre los personajes se disuelve con un retorno ritual al lugar de los hechos. La dirección rutinaria tampoco permite que Días azules levante el vuelo aunque, por el contrario, hay que destacar la eficacia del trío principal, con unos Jaenada y Pereira en racha, el actor gallego tiene con ésta tres películas en cartel, junto a un televisivo y reivindicable Ríos. La banda sonora es otro de los aciertos: la música de Mastretta y el tema central compuesto por Iván Ferreiro refuerzan el aire de melancolía que desprende este reencuentro con el pueblo de los veraneos infantiles. Pueblo que no es otro que Ferrol y alrededores, con lo que esta producción de la Tornasol-Continental nos devuelve paisajes en verde y azul que estos días negros desaparecen bajo las llamas criminales. «Días azules»: España, 2006. Director: Miguel Santesmases. Intérpretes: Óscar Jaenada, Javier Pereira, Javier Ríos, Marta Larralde, María Castro. Duración: 100 minutos.