El baúl del «crooner» de hojalata

No es Orphans el álbum temático que acostumbra cuidar con esmero Tom Waits, nacido Thomas Alan Waits en Pomona (California) en 1949. Y sin embargo el caos aparente que envuelve esta curiosa familia de huérfanos -la triple «b» de Brawlers, Bawlers & Bastards, algo así como alborotadores, aulladores y bastardos- convoca una emocionante reunión de las criaturas olvidadas del cantante. Son 56 temas -un auténtico torrente- entre piezas recastadas y originales que en su amontonamiento conforman un retrato excelente de la ilimitada riqueza cromática que vibra en la paleta sonora del veterano cantautor estadounidense. Podría quemarse la biblioteca de Alejandría con todos sus archivos y esta hermosa carpeta, editada por Anti, sello dependiente de la compañía de Los Ángeles Epitaph, resumiría eficaz una carrera artística prolífica e inclasificable. Waits y Kathleen Brennan -se conocieron en el rodaje del filme de Coppola Corazonada cuando ella trabajaba para los estudios Zoetrope y él componía la banda sonora- sirven un cóctel apetitoso que intentan ordenar sin demasiado éxito. Así, el cedé Brawlers navega en la deriva turbulenta del blues y Bawlers enfila hacia el terreno dulzón de la balada, aunque ambos guardan sitio para recreaciones cubistas de clásicos como Leadbelly o los Ramones. Este viaje atropellado pero fascinante conduce a Bastards, más acorde con el riesgo experimental de sus últimos tiempos, donde la narración hablada, la performance teatral, la melopea, la poesía mascullada le confieren la coherencia propia del enajenado clown de un cabaré expresionista, al estilo de sus trabajos Bone Machine, The Black Rider o Real Gone . Entre textos escupidos de Brecht, Bukowski, Büchner o Kerouac, Waits halla acomodo a baladas tradicionales irlandesas, perversiones de cuentos infantiles alrededor de King Kong o Blancanieves (el famoso Heigh Ho , de Churchill y Morey) y hasta la letanía sincopada de un texto extraído de una enciclopedia sobre la vida sexual de la mantis religiosa ( Army ants ). «Componer canciones es como capturar pájaros sin matarlos -explicó en una entrevista-, a veces terminas con la boca llena de plumas y nada más». Bienvenido a la aventura de sumergirse en el baúl de este crooner underground, cuya voz de hojalata es el instrumento más fascinante. ORPHANS. Blues-pop-rock. Sello: Anti. 56 temas (3 cedés + libro). 37 euros. Clasoficicación: . (muy bueno).