el apóstol
Santiago con sabor berciano
Cacabelos. Para los sufridos, entregados y devotos peregrinos , será un gozo encontrarse con el Apóstol mucho antes de llegar a Santiago. El milagro gastronómico sucede en Cacabelos. Por MARCELINO CUEVAS. El apóstol. Santa María, 29.
Maruja, la cocinera, el comedor y la fachada del mesón El Apóstol en Cacabelos.
Al entrar en la localidad berciana de Cacabelos un gran cartel anuncia que, sin dejar la senda de las estrellas, a unos pocos pasos, se encontrarán con un saludable y sabroso apóstol gastronómico, un lugar donde reponer fuerzas saboreando lo mejor de la gastronomía del Bierzo. Tito Alba está al frente del Mesón Apóstol (calle de Santa María, 29) desde el año de 1987. En la cocina reina su suegra, Maruja, que es una cocinera de sólidos fundamentos en la coquinaria berciana. Ofrecen en sus dos grandes comedores una comida típicamente tradicional elaborada principalmente con productos del Bierzo.
Una de las formas de programar una comida en este singular establecimiento hostelero es hacerlo basándose en su estupenda selección de tapas. Pote berciano, freixós (crepes) con setas y queso Veigadarte, cecina con aceite de oliva, pulpo con cachelos (no hay que olvidar que hace unos doscientos años estas tierras pertenecían al reino de Galicia), langostinos a la plancha, lacón cocido con pimientos o pimientos del Bierzo asados.
Siguiendo el recorrido culinario de su carta nos encontramos a continuación con platos de más enjundia, como el inevitable botillo berciano que es, por lo menos, tan famoso como el cocido maragato que los viajeros habrán disfrutado solo unos pocos kilómetros antes. También ofrecen lasaña de berenjenas y ternera, rabo de buey estofado, entrecot de ternera a la brasa, churrasco de ternera, lubina a la espalda o el riquísimo bacalao a lo pobre.
En el apartado de la dulcería en El Apóstol ofertan, tarta de queso Veigadarte, arroz con leche, tarta contesa, crema de limón y el delicioso pastel de castañas de Cadafresnes con helado. Pocos pero hechos con todo el amor del mundo por Maruja.
El establecimiento cuenta con una clientela fija -"explica Tito Alba-" pero, además de los fieles que repiten visita continuamente, «tenemos una gran afluencia de peregrinos, sobre todo en años especiales como fue el pasado. Por eso queremos conjugar una cocina de siempre en la que los clientes habituales puedan encontrar platos de referencia, con un muestrario de los mejores sabores bercianos, para que los peregrinos y los viajeros que nos visitan puedan conocer de primera mano cómo es nuestra cocina».
Cocina Bien
Servicio Bien
Decoración Notable
Bodega Bien
Puntuación (de 1 a 10) 6