Cocina de altura en la cumbre

Puebla de Lillo es lugar de encuentro para todos los amantes de la montaña. Aquí se reúnen para descansar o para prepararse para una ascensión, una larga caminata o un blanco divertimento en las pistas de San Isidro. Y un buen sitio para reponer fuerzas en este hermoso pueblo es el restaurante Mirasierra, que tiene un anexo veraniego en el Camping Las Nieves.

Antonio García puso en marcha este negocio hace cuarenta años, lo dejó durante un tiempo y hace tres ha vuelto con más ganas que nunca y con la ayuda de su hija Paula. En la cocina, un clásico, un cocinero especializado en los contundentes guisos de montaña, especialmente de la caza. Se llama Ángel y sus guisos son alabados en toda la comarca.

En el Mirasierra hacen una variada oferta gastronómica que va desde las pizzas, con notorio sabor leonés, a las parrilladas de carne al más puro estilo argentino. Pero hay mucho más y vamos a contárselo.

Paula y Antonio se han dado cuenta de que una buena parte de su clientela es joven, casi podríamos decir que infantil, por eso han tenido una especial dedicación a los más pequeños. Para ello elaboran una interesante serie de pizzas caseras. Como ejemplo podemos hablarles de la de cecina y queso de cabra, o la de setas, jamón serrano y queso, o la muy contundente de chorizo bien curado. Como pueden ver, a pesar de tratarse de un plato importado aquí han sabido ponerle sabor a la tierra. Son pizzas muy ligeras y llenas de sensaciones, tanto que ya las piden tanto los pequeños como los mayores.

Entre los guisos destacaremos las patatas con jabalí, cuya receta han tenido la amabilidad de proporcionarnos. Un plato deliciosamente picantillo, sin que resalte el fuerte sabor de la carne de jabalí, que al lado de unas sabrosas patatas forma un guiso de primera magnitud.

A pesar de no tener una carta al uso podemos destacar entre sus especialidades, el pulpo a la gallega, la fabada asturiana, las croquetas caseras, las mollejas guisadas, los callos a la leonesa y, como es lógico en estas latitudes, la carne.

La gran especialidad de la casa es la parrilla. Y por ella pasan el lomillo argentino, un bocado exquisito y poco conocido aquí. Se trata de una fina pieza de carne que se corresponde con el diafragma del vacuno. Es tierno y muy sabroso. El solomillo de ternera, el chuletón, a 35 euros el kilo, y las chuletillas de cordero son sus platos estrella.

La parrillada de carne ofrece la posibilidad de degustar todas estas carnes, además de un buenísimo chorizo criollo. Es espectacular y su precio de 13 euros por persona.

También es muy recomendable su ensalada de codorniz escabechada, perfecta para acompañar los platos de carne.

Paula está muy orgullosa de sus postres caseros… y no es para menos porque están buenísimos. Tiene mus de limón, flan casero y una especialísima tarta de queso, que sirven con el formato de un pequeño flan y que es todo un hallazgo.

Quisiera contarles, para terminar, que si quieren rematar gloriosamente un buen día de montaña, disfruten de su sartén de huevos, patatas fritas y picadillo. Algo tan sencillo se puede convertir en el mejor de los manjares.

Digamos finalmente que tienen una larga serie de bocadillos y un magnífico menú del día, a 10 euros, en el que Ángel pone cada jornada toda su sapiencia culinaria, que es mucha. A la puerta se encontrarán con un enorme mastín, no le tengan miedo, todo lo que tiene de inmenso lo tiene de bondadoso y juguetón.

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Cocina Bien

Servicio Bien

Decoración Normal

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 8,5