Héctor-Luis Suárez Pérez Musicólogo, investigador

En dos semanas, del viernes, sábado y ‘domingo tortillero’ al Domingo y Lunes de Pascua, las expresiones de Semana Santa son numerosas, diversas y bien distintas, en la provincia leonesa aunque con muchos aspectos unitarios. Una riqueza patrimonial inmaterial sorprendente y única en la comunidad autónoma y en el noroeste ibérico. Seductora y contrastante realidad repleta de intervenciones de carácter teatral: ‘encuentros’ — con el Nazareno o ‘de Pascua’—, ‘las tinieblas’, monumentos eucarísticos, ‘enclavamientos’, ‘desenclavos’, ‘carreras de San Juanín’, las ‘caídas’, representaciones de la pasión, ‘cuelga del Judas’ … que, en ámbitos naturales o monumentales singulares, se suman a pasos o ‘pasines’ contrastantes en tamaño o valor artístico, que no devocional o identitario local, protagonizando procesiones más o menos voluminosas en penitentes de túnica, pendones, faroles y cetros de antaño, cantores, mantillas y trajes regionales de luto en paisajes sonoros repletos de silencio, raseos y horquetas, esquilas, campanas, canto y otros instrumentos poco frecuentes. Todo en atmosferas de religiosidad y piedad popular que llevan al silencio y respeto.