Diario de León

Creado:

Actualizado:

Cuando un empate persiste, echarlo a suertes es preferible si así se evita prolongar este desasosiego español que nos trae tarumba... ¿no se resuelven con moneda al aire los empates entre alcaldes o pedáneos?... pues trasládese el método a lo mayor, a lo nacional, a ver si así. Hágase a suertes y acatando el «alea iacta est». Al menos habría risas, algún júbilo insospechado y, aún mejor, algunos sustos tremendos, de los que cortan de cuajo este hipo argumental del que no salimos porque las tirrias sarracenas, tan nuestras, son gran zona de confort (de tanto repetirnos, nos creemos), ¡y cuesta tanto dejar esa zona o pasar página poniéndose a lo que hay que ponerse!  

Y aquí sigue el sinvivir; ¿quién podrá formar gobierno? Nadie. Pues nada, a la tercera irá la vencida. Se sabía.  

España voto revoltijo de nuevo. España votó «cuanto peor, mejor». Turbio y hasta explosivo paisaje postelectoral. Sócrates recuerda: tenéis unos políticos mediocres y oportunistas, cómo negarlo, pero es porque vosotros, la sociedad, sois exactamente igual, el molde del que sale vuestra clase política; ¿a qué le pedís al político unos valores y luces que no se ven ni por asomo entre vosotros, el pueblo?... ¡pues a pechar con lo que parís!... o a parir lo que no pensáis.  

Lo único claro de estas elecciones es que ha entrado un vozarrón destemplado en el cotarro y quiera Dios -y Alá les confunda- que no piensen también entrar a caballo en el Congreso como el general Pavía (Ortega Smith ya demostró en campaña lo muchísimo que sueña con un caballo de bronce entre las piernas). Y la pregunta que hoy cruje el ánimo es ¿dónde ha estado esa poblada extrema derecha todos estos años?, ¿es que se generó de repente?, ¿es un florecer de setas sobre sustrato de voto cabreado? (solo el cabreo brindó en su día crecimientos a Ciudadanos y Podemos). Porque a Vox le ha votado el cabreo del extremoso derechista que hasta ahora le vino mejor disimular que lo era. Pero le dieron papeleta estaca y, al fin, desató el subconsciente, así que hoy ¡al suelo todo el mundo! cayendo de culo, de risa o de espanto.

tracking