Editorial | Un proyecto todavía por desvelar que debería ser un estímulo para El Bierzo

El presidente de la Diputación dejó caer ayer durante una visita a Toral de los Vados la existencia de «un proyecto muy interesante que podría crear varios miles de puestos de trabajo en El Bierzo». Haciendo gala de su contrastada prudencia, Eduardo Morán no avanzó más detalles, apelando a la necesaria responsabilidad política y a la irrenunciable confidencialidad que siempre debería envolver estos asuntos.

Sí se intuye, sin embargo, por la implicación de la Ciuden en la gestación y gestión, que se trata de un proyecto vinculado a la transición ecológica, previsiblemente relacionado con las nuevas tecnologías, las energías renovables y la movilidad. Y se prevé, o más bien se pretende, que su ubicación física sea sobre los terrenos de Endesa —que, por cierto, sigue sin concretar su proyecto de compensación por el cierre térmico, a diferencia de Naturgy en La Robla— en Cubillos del Sil. Y es justamente ahí donde se plantea un motivo de fricción, porque ese suelo, que era público, pasó a ser propiedad de Enel por una mala gestión del Gobierno en la operación cuando la italiana absorbió a Endesa.

Quedan, en fin, muchas dudas que aclarar y algunos escollos que salvar para que se concrete el plan —de ese tipo de decepciones sabemos mucho en esta provincia— y también para que se asiente ahí y esos terrenos no sean utilizados para otros aprovechamientos por parte de quien es titular de la propiedad. No hace falta recordar, aunque Morán lo volvió a hacer ayer diciendo que «no puede irse de rositas», que Endesa tiene una deuda importante con El Bierzo y que el cierre de Compostilla debe dejar una compensación moral y real a esta comarca y a su gente, que de manera tan generosa contribuyó a engordar sus fabulosas cifras de beneficios.