Suum cuique

M añana será el día del suum cuique, del a cada uno, lo suyo .

Las cosas dichas en latín adquieren siempre el valor ceremonial de las verdades solemnes, y más en este caso en que se habla de uno de los tres pilares del derecho romano, ese que fue padre de nuestros ordenamientos jurídicos, los tria iuris praecepta: honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere que me gusta recordar de vez en cuando, aunque no con la frecuencia necesaria, para ver lo descarriados que andamos alejándonos de una sociedad justa. Traduciendo: vivir honestamente (actuar rectamente y cumplir el deber de acuerdo con la moral, especialmente en el respeto por la propiedad ajena, la transparencia en los negocios, etc.), no dañar al otro (ni en lo físico, ni en lo moral) y tributar a cada cual lo suyo . El resto de las leyes en realidad sobraría, pero se fueron creando precisamente para huir de cumplir con rectitud estos tres sagrados mandamientos.

Hoy los candidatos del fregado electoral que parirá un nuevo gobierno en la atorrante untonomía de las Castillas y los Leones están en capilla rezando para que mañana el pueblo votante les dé lo suyo, una mayoría o, al menos, lo justo para que el otro no la tenga y haya de comprarle un no me toques los huevos o un pacto de los que salgan caros. Esto dice la teoría, aunque en realidad de lo que se trata en unas elecciones es de quitarles votos a unos para castigarles y dárselos a otros no siendo suyos. Y quien mañana demostrará esta realidad alegrando a la mitad de una de las dos Españas y encabronando a la mitad de la otra será Vox, no hay duda. Si por primera vez unas elecciones en esta comunidad autonómica han interesado algo al resto de España y las han seguido teles y papeles es únicamente por ver cómo pitará la derecha extremada en las próximas generales y, de paso, ver cuánto le soplan la oreja a Mañueco-Casado ascenciendo a Maribel; pues lo de Tudanca no les sale de lo consabido; y lo del independentismo cazurro no interesó nada a la tertulia nacional arrinconándolo en lo folklórico.