Edificio Lancia 20

León, febrero de 1989. Amelia Biaín González y Jesús Elcano Murguialday firman este inmueble promovido por Decolesa, en un solar de la Avda. Lancia, cuyas obras dirigieron con Andrés Valdés Fierro como aparejador. Proyectaron una estructura de hormigón con un sótano para cocheras y servicios.

La planta baja para un local comercial, el acceso al garaje por plataforma elevadora y el portal con escalera y ascensor relacionando cinco plantas con otras tantas viviendas de «cierto lujo» distribuidas en torno al núcleo de comunicaciones con luces a fachada y a dos patios interiores. Dispusieron su alzado a la calle con la habitual ordenación tripartita. Basamento con el local y el umbral de entrada significado por una sugerente columna cilíndrica que separa los accesos peatonal y rodado.

El bloque principal simétrico, revestido con grandes piezas de mármol portugués en franjas horizontales, presidido por un cuerpo central cerrado y en voladizo con dos hileras verticales de vanos geminados, escoltado por voluptuosos balcones semicirculares con sus antepechos ciegos forrados de chapa de aluminio anodizado en bronce, entre los paramentos laterales pautados por finas tiras del mismo material. Coronando el edificio un ático, también volado, donde dos cuerpos cerrados de ventanas más pequeñas flanquean un vacio con tres miradores curvos, el central acristalado… Huyendo de las inhibiciones, Biaín y Elcano, se alejaban de la uniformidad funcionalista para ofrecernos una fachada marmórea plagada de formas curvas, superficies brillantes, y elementos ornamentales de tradición clásica, como esa «columna acanalada»… ¡casi una ironía Pop!…Todo muy monumental y enfatizado por la simetría, con el debido respeto a la realidad circundante y puntualmente Postmoderno… y ¡tan sensual!