Editorial | Por qué mantener la ineficiencia

Hace seis años el Ayuntamiento de León preparó un plan que dejaría en apenas una treintena los vehículos municipales, y proponía utilizar un sistema de renting con mantenimiento. Sólo los coches de la Policía Local se sumaron entonces a una iniciativa que al final ha quedado dormida en el cajón de los olvidos, a pesar del palpable envejecimiento y deterioro del parque móvil público.

Un parque móvil que además es sensiblemente más abultado que el de otras capitales con mayor población que la leonesa, lo que evidencia a mayores un escaso trabajo de selección y desecho de las unidades que ya han culminado su tiempo de servicio. El resultado es que las arcas públicas sostienen un conjunto de 116 vehículos que de media no hacen ni mil kilómetros al año, pero que sólo en gasolina y seguros gastan más de 300.000 euros anuales. La eficiencia en la gestión pasa por prestar atención a estas fugas de dinero público. Máxime cuando ya había un plan decidido, que sólo había que cumplir.