Editorial | Subida municipal pero con cautela

El presupuesto del Ayuntamiento de León para 2024 alcanzará la cifra más alta desde 2011. Con una salud financiera saneada, gracias al esfuerzo ciudadano durante los 12 últimos años, la bonanza se asienta en la participación municipal en los tributos del Estado. La recaudación de los impuestos del alcohol y los combustibles, pero sobre todo por el IVA y el IRPF que no han sido deflactados por el Gobierno, redundan de rebote en que el consistorio tenga más dinero disponible. El alza se redondea además con los fondos que llegan de Europa para proyectos de rehabilitación energética en edificios públicos, la reurbanización de calles y el equipamiento de la zona de bajas emisiones. Frente a estos ingresos se detecta la resta del capítulo de bienes y servicios, hinchado con la factura de los contratos de las privatizaciones de Diez que, para no volver a épocas de deuda, sería bueno controlar.