FUERA DE JUEGO
A los que el covid sí encumbró
Hay fechas marcadas a fuego en la memoria colectiva que se aferran también a la personal. Es todo un clásico escuchar cómo la gente recuerda dónde estaba cuando Amstrong pisó la Luna, cómo se enteró del 23-F, dónde vio estrellarse los aviones del 11-S, qué desayunaba en la infamia del 11-M... y, sin duda, dónde estaba y con quién cuando Iniesta marcó en el minuto 116 en Sudáfrica.
Hoy toca otro día de recuerdos. Hace cinco años nos informaron de que se decretaba el cerrojazo por el covid. Al mediodía de aquel viernes llegó la confirmación de un secreto a voces, y el sábado ya no había nadie en las calles, aunque faltaban horas para la obligación legal de permanecer confinados. Apenas había desaparecido el eco del 8-M que, según proclamó la vicepresidenta del Gobierno, era imprescindible porque «nos iba la vida en ello». Fue, de algún modo, el pistoletazo de salida de una gigantesca chapuza que acabó poniendo en evidencia la Justicia, al anular los decretos de Estado de Alarma. Aquello también dio alas a la peor calaña, que siguen investigando los juzgados, con comisionistas de un material sanitario que España no tenía preparado. Habían pasado meses desde las primeras alertas y aquí no se había hecho nada, sólo pronosticar una gripecita ligera con cuatro o cinco casos. Incluso nunca se puso nombre a los responsables de las decisiones aplicadas, ya que el tiempo demostró que ni siquiera había un comité de expertos, al que se apelaba cada jornada en las homilías pergeñadas en Moncloa.
Sorprende que en la Junta se atrevan a decir, estos días, que han aprendido la lección y que estarán preparados si llega otro episodio similar. Recuerda aquello de «no llames al mal tiempo que la tormenta viene sola». Mirando lo ocurrido en Levante con la dana, se prueba que seguimos aferrados a la casilla de salida sin avanzar nada. Los mismos miserables, oportunistas, trileros, revanchistas, mentirosos, cobardes... olvidándose de las víctimas reales, para intentar sacar réditos. ¿No recuerdan también al 11-M?
Del covid cabe agarrarse a las buenas sensaciones dejadas por los trabajadores abnegados, que allí donde les tocó estar pasaron el examen con nota. Luego vinieron los de siempre a agarrar el relato por los cuernos... o más bien a ponérselos. Pero podemos confiar en que los otros, los que nunca fallan, seguirán ahí cuando vuelvan a hacer falta. En esta casa también vivimos todo esto.