Diario de León

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Hubo un tiempo en que creímos que el proyecto de Torneros era un Macguffin: uno de esos elementos de suspense que hacen que avance la trama de los libros o las películas pero no tienen al final ninguna relevancia, como el secuestro de El Gran Lebowski, la estatuilla del Halcón Maltés o los presupuestos de la Junta. Pero, cuando ya nos habíamos acostumbrado a ocupar de vez en cuando cuatro columnas con la aparición de una traba inesperada o la necesidad de que el paisano que aprovecha las fincas para pastos dé el segundo corte de hierba de la temporada, el Gobierno se descuelga ahora con la adjudicación del contrato de redacción del proyecto. Albricias, hasta que uno se da cuenta de que, después de 16 años, la única realidad se circunscribe a los 151.250 euros con los que los técnicos definirán sobre los planos. Mientras, la ministra Reyes Maroto confirma que el parque agroalimentario de Valladolid se llevará no menos de 150 millones, a la vez que en Medina del Campo se aviva plataforma logística: dos iniciativas ajustadas a la fórmula con la cual el delegado de Ejecutivo central, Javier Izquierdo, barre para casa porque hay que favorecer la cohesión territorial y afrontar el reto demográfico en las vegas del Pisuerga. No como aquí, que tenemos cerrada la frontera provincial porque no cabemos más.

No podemos decir que el giro de guion sorprenda. La Junta demora desde hace años el avance con excusas como el estudio que justificara la demanda, según repetía el consejero Suárez-Quiñones, con la complicidad de los coleguitas de la Cámara de Comercio y la Fele. El enredo sirvió para mover mientras el eje principal del corredor Atlántico para que subiera hacia Burgos desde el Pisuerga y aquí quedara sólo la entelequia de la «capilarización». A la merma se apuntó el Gobierno, que desde los tiempos en los que Tino Rodríguez compartía el asiento de atrás del coche oficial con Pepe Blanco dejó el proyecto tan sólo en la plataforma logística, sin el polígono ferroviario anexo en el que se iban a agrupar los talleres para apostar por su importancia estratégica; la misma que ahora tienen las nuevas instalaciones de Valladolid, que se potenciarán con una estación intermodal de mercancías.

Hitchcock bromeaba con que un Macguffin era un aparato para cazar leones en Escocia. La gracia estaba en que en Escocia no hay leones. ¿A que ahora se entiende mejor lo de Torneros?

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