Diario de León

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Dos años de pandemia, 2.500 muertes en León, más de doce meses de campaña de vacunación, una sexta ola que irrumpió en plena campaña electoral, y ni por esas. Los candidatos y candidatas a un sillón en el parlamento autonómico han olvidado abiertamente el papel de la ciencia y la investigación en el desarrollo y el progreso económico de León. Ni una esperanza en diferido, ni un número que dé forma a un presupuesto aumentado futuro, ni una gota de esperanza. La campaña electoral termina y la pandemia de coronavirus, otras veces tan traída y llevada por todos los escenarios del país, sólo ha estado presente en los hospitales. Parece que la investigación no da votos en esta tierra, a pesar de que los científicos se desgañitan para alertar de que es el único recurso que nos queda para que la economía avance, para acabar con la despoblación, para mejorar el medioambiente, para conseguir un envejecimiento saludable, para educar a la sociedad en la generación de conocimiento y, en definitiva, para ser parte activa del progreso. Hoy, el Diario de León muestra el resultado de la mejor ciencia que se hace en la provincia desde hace años. Da voz a unos científicos que vuelven a las peticiones permanentes. Aunque reconocen que hay mejoras, llegan con una lentitud que desespera y pone en riesgo el trabajo y el esfuerzo de muchos años. Necesitan más financiación para los grupos consolidados con investigaciones de calidad. Y también quieren herederos a los que transmitir el conocimiento adquirido en los laboratorios. Como en todos los sectores, el envejecimiento y la jubilación de los senior pone en riesgo el desarrollo de León. El porcentaje de los investigadores más experimentados, con edades comprendidas entre los 45 y los 64 años, ha aumentado en un promedio del 3,3% anual desde 2001, según el último informe presentado en 2017 por la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas (Eurostat). Esta institución advierte sobre el envejecimiento de la población activa en el campo de la ciencia en Europa, ya que puede desembocar en una pérdida de transmisión de conocimientos, o lo que es igual de grave, que la preparación de los científicos más jóvenes en León sirva para el desarrollo social y económico de otras tierras. Deberíamos reflexionar sobre el lugar en el que colocamos nuestros esfuerzos y reivindicaciones. Nos va la salud y la vida en ello. Y nos va el futuro, pero también el presente. La pandemia ha demostrado que la mano de la ciencia, con todo el mundo trabajando en la misma dirección, nos ha salvado de una catástrofe de la que no conocemos precedentes. La FundéuRAE ha elegido ‘vacuna’ como palabra del año 2021 por su interés lingüístico y su presencia en el debate social, político y económico. Espero, por el bien de todos, que este año no sea seleccionada la palabra ‘olvido’.

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