LA CARA OCULTA

LA CARA OCULTA Con la crisis afloran, de una forma más acentuada, actividades marginales y que su característica más relevante es la humillación y el maltrato sobre todo hacia la mujer. Me refiero a la prostitución. La sociedad en la que vivimos, lejos de encontrar los cauces adecuados para su erradicación, se coloca como objetivo que la prostitución sea considerada como una actividad más. Como si el ejercicio de la prostitución ayudase a realizarse como persona a quien la ejerciera, es decir algo digno. Un oficio regulado para, según se argumenta, puedan ejercer la profesión con mayor seguridad. Una sociedad que se encuentra en una lucha constante por la igualdad entre hombres y mujeres, para eso existe un ministerio, no puede continuar mirándo hacia otra parte. Debe actuar de forma que nadie se vea en la tesitura de vender su cuerpo. Las repercusiones que trae a la persona en particular y a la sociedad en general, el ejercer eloficio, no son de ningún modo positivas. Autorizar el ejercicio de la prostitución es colaborar con el tráfico ilegal de personas, entre otras connotaciones. Debemos ser conscientes que alrededor de la prostitución se mueven grandes mafias. Unas mafias que tratan a las mujeres como meros instrumentos de trabajo con el único objetivo de sacar una rentabilidad económica a costa de lo que haga falta. Las autoridades deben permanecer en constante alerta. Deben ser conscientes que relajar la vigilancia y no elaborar planes para ayudar a las mujeres que obtan por vender su dignidad estarán condenándolas a la muerte en vida. La prostitución es una lacra social y como tal debe ser eliminada. La prostitución es un maltrato social. Es uno de los principales pecados originales de la convivencia. La prostitución es, en definitiva, el fracaso de la sociedad.