DEFENSA DE TODO

DEFENSA DE TODO En el siglo XXI todavía existe el género humano que podríamos denominar tontos con ventana a la calle. Son todos aquellos que aspiran a obtener objetivos un tanto peculiares. Entre estos individuos se encuentran los defensores de los animales. Personas que ven en las corridas de toros un maltrato hacia el animal, pero que a su vez no ve ese maltrato hacia los animales que se crian en granjas con el objetivo del sacrificio para que sirva de alimento al hombre. Ahora estos individuos protagonizan el mayor ridículo que se les conoce. Comparando el sufrimiento del toro de lidia con el que han experimentado y experimentan las víctimas del terrorismo. Esta comparación solo sirve para la descalificación de esta organización. Cualquier argumentación en contra de las corridas de toros queda automáticamente nula. El calificativo que les dedico a estos abolicionistas, al principio de este texto, es demasiado benévolo comparado con el insulto que han propinado a las víctimas del terrorismo haciendo una comparación deplorable. Estos falsos defensores de los animales han insultado a la libertad, a la sociedad que trata realizar el último homenaje a las víctimas del terrorismo ofreciéndoles la derrota de la banda terrorista ETA. Estos indigentes intelectuales han atravesado la línea de la dignidad, han maltratado al ser humano que sufre la lacra del terrorismo. Han ido más allá de lo que una sociedad puede tolerar. Estos abanderados de la dignidad del toro que reclaman, enérgicamente, la prohibición de la tauromaquia no se les conoce ninguna muestra de repulsa contra el terrorismo, incluído la kale borroka, que estos días ha emergido con mucha intensidad.