LA SANTA

LA SANTA Teresa de Calcuta, madre de los desprotegidos,vino al mundo el 26 de Agosto del año 1910. Un siglo ha trascurrido desde que el Señor nos envió a una mujer, santa, para sanar el alma de los hombres. Aunque Dios la ha llamado a su lado, aquí en la tierra ha dejado una semilla que germina sin descanso. Su labor ha quedado prendada en una sociedad que lucha por encontrar la verdad y la justicia, a pesar del mal que la acosa, pero que no puede derrotarla. La bondad, el sacrificio, la generosidad, la compasión, son valores que ha trasmitido a todos aquellos que quisiron escucharla. Son la base de una sociedad que aspira a que los hombres se sientan cómodos. La realidad es que, a pesar de la gran tarea llevada a cabo por la Madre Teresa, es necesario que exista un relevo. Es imprescindible que el testigo sea recogido por alguien que continue iluminadonos el camino. Un lider capaz de superar los obtáculos que el Mal una y otra vez trata de colocarnos, en el sendero, para evitar que logremos la paz y la justicia. Todo ello no excluye la responsabilidad que tenemos y debemos ejecutar. El egoismo no puede cegarnos. La santa Madre Teresa de Calcuta supo evitar el contagio de un mundo egocentrista. De un mundo lleno de individualismos, apartado del más cercano, del prójimo. Dar y no esperar recibir, es el mensaje que ella nos dejó. Seamos pues todos herederos de la llama que Teresa colocó en el camino.