Mi querida profesora

Recibo hoy con tristeza la noticia del fallecimiento de Herminia de Lucas. Mi relación con ella se remonta a los años 70 cuando comienzo mis estudios de BUP en el entonces Instituto Femenino Juan del Enzina, donde tuve la suerte de tenerla como profesora de Dibujo en 1º. Sabiendo que ella impartiría la asignatura de Diseño en 2º y 3º las elegí como optativas, así como el Dibujo Técnico en COU. Guardo de ella el mejor recuerdo que se pueda tener de cualquier profesor: excelente profesional, rigurosa, seria y exigente en su trabajo. Es decir, respetuosa con su alumnado. Aunque durante todo este tiempo supimos la una de la otra, el destino quiso que después de más de 30 años sin vernos, volviéramos a coincidir el pasado junio en una clínica donde ella estaba ingresada y yo acompañaba a mi padre. En las dos ocasiones en las que fui a visitarla a su habitación me recibió con alegría y me demostró todo su cariño y afecto en unos momentos muy duros para mí. Y fue allí donde saldé la cuenta que tenía pendiente con ella y por fin me atreví a decirle lo que por mi timidez de adolescente había callado: que había sido la mejor profesora de mi vida. Sirvan estas breves y emocionadas palabras de recuerdo y despedida para ti, Herminia, mi querida Profesora. Nuria Pérez Riera