La mina en cueros

El fin de la explotación de Las Médulas provocó daños económicos y medioambientales. Perogrullada de premio. Cambien el genitivo por el cielo abierto que quieran, el de Fabero, el del Feixolín... Hubo unos cuantos más y todos tuvieron la misma componente: el adamismo de las administraciones con los empresarios del carbón. Y no me refiero a que fueran desnudos, aunque nunca se guardaron nada —de lo de enseñar, de lo otro ya es otra historia— sino a que practicaron el leit motiv del liberalismo primigenio, dejad hacer, dejad pasar. Y de tanto mirar hacia otro lado, se consumaron crímenes medioambientales y atentados contra el derecho al trabajo. ¿Alguien lo denunció? Así que, que ahora venga el Ministerio de Transición Ecológica a descubrirnos la historia de los últimos treinta años de la minería en León es o una inocentada o una carcajada. En ambas, las muecas son de desprecio hacia la provincia y sus ‘pacientes’. Todos recordamos a la por entonces alcaldesa de Villablino junto a los popes del PSOE y su empresario favorito. ¿De qué se reían ese día? ¿De la destrucción que estaban a punto de permitirle ‘gratis et amore’ ¿Se lo creen? — moi, non plus —cuando ya llevaba tiempo mancillando haciendas y voluntades.

Ahora, liquidan y venden ¿a quién? la maquinaria que se usó tras cerrar las minas de interior y poner en almoneda la primera industria de la provincia y desde el Miteco explican con lenguaje de madera que quedan aún muchos pasivos ambientales por restaurar. Pasivos ambientales son, para que lo entiendan, centenares de hectáreas de patrimonio medioambiental, especies protegidas, el desarrollo sostenible de varias comarcas que convirtieron por el dinero de Europa en ciénagas de mugre y destrucción. La prejubilación no llegó. En realidad, las familias no eran demasiado importantes. Lo prioritario era desmontar el negocio —Ángel Villa dixit— con el menor coste político posible y el mayor beneficio económico para algunos. Pues eso: «El retraso en la restauración de minas ha causado daños económicos y ambientales». Y se quedan tan frescos.