Diario de León
Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Tareas para verano: alto el carro, aspira hondo, descansa un rato, planea... y no malgastes el poco tiempo propio que te tolera esta perra vida... no tienes excusa, el profe o jefe eres tú en vacaciones, así que ponte a averiguar nuevas cosas, otros caminos... ¿qué tal nuevas habilidades, viejas aficiones, lecturas pendientes?... ¿te prometiste algo este verano?... lo malo de los buenos propósitos de estío es el estiaje y se parecen mucho a las promesas que hacemos en Año Nuevo, duran siete días... pero no son vacaciones si no se estrenan con planes.

Los veranos se hicieron para las bicicletas, como todos saben... y para que Shakespeare destilara sueños líricos... y para prometérselas, ¡home no!... y para soñar tumbado en una siesta, espatarrado en una playa, cabeceando en una mecedora a la sombra de una parra o... mirando al mar soñé que estabas junto a mí... naturalmente, bajo el palio sonrosado de la luz crepuscular.

Válgate de sugerencia:

Una afición: las plantas que te rodean donde vives y los bienes mostrencos, si los hay, esos que son de nadie y de todos, moras, setas, bayas, frutos... tampoco es mala afición trotar ríos o montes con unos prismáticos y una guía de pájaros... conócelos, cuéntalos (al año que viene, recuentas, comparas y comprobarás por ti mismo si la naturaleza está cambiando; que es que sí).

Una habilidad: aprender a tocar la armónica y a jugar al ajedrez de una puta vez... o jugar a la rana, hacer cestos, pintar monas, meterse en cocinas, arreglar trastos, aprender cosas...

Lecturas pendientes: El Quijote, ¿por qué no?, alguna vez tendrá que ser, digo... ahora que se atiza el centenario de Cervantes encontrarás ediciones de todo tipo (la última, de Andrés Trapiello, «traducida» al español para leer el genio literario del ingenioso hidalgo sin diccionario ni tropiezos)... ¿y por qué das a Machado por hecho si tampoco leíste más de tres poesías en bachillerato?; no es tarde para averiguar lo que dejó escrito precisamente para ti.

Y ahora que el móvil las orilló, ¿por qué no escribir postales de estío a gente o familia que hace mucho que no ves o no sabes?... prueba... y si lo haces en verso y risa, se les caerán las bragas.

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