Cuestiones clave

Y a se ha dicho casi todo lo que se tenía que decir sobre la masacre de París. Cada vez que ocurre un atentado de estas características los debates se vuelven interminables, los analistas no paran de analizar y los escritores no paramos de escribir. Hacemos muchas cosas pero parece que poco efectivas. La cuestión es decidir qué hacer o qué no hacer. Para ello creo que debemos resolver de una vez por todas unas cuestiones que son básicas.

La primera es preguntarnos si estamos en guerra. La segunda es si se tiene identificado al enemigo. Todo apunta a que la respuesta en ambos casos es que sí. Aunque no se quiera utilizar el concepto guerra y se prefiera el de conflicto bélico, lo cierto es que los yihadistas han declarado la guerra por activa y pasiva a Occidente. No hay más que ver sus vídeos. Respecto de la segunda cuestión, se sabe donde está y donde se desarrolla. Tiene un territorio ocupado en Oriente Medio y por lo tanto susceptible de ser erradicados del mismo. Además, se encuentran entre nosotros a modo de quinta columna. Combatir esto es más difícil pero los estados tienen medios para ello. Esto nos lleva a la segunda cuestión.

¿Es compatible el Islam con la forma de vida occidental? ¿Es compatible el Islam con la democracia liberal que es la base de nuestra forma de entender la vida? Hasta ahora la experiencia nos dice que no. Esta pregunta se responde con otra: ¿Cuántos países musulmanes se rigen por un sistema verdaderamente democrático al estilo de nuestras democracias? Busquen y dudo que encuentren alguno. Ya me gustaría poder decir lo contrario pero todos los intentos aperturistas y modernizadores, como ocurrió en Egipto, fueron cercenados por una imposición religiosa.

Toda religión es muy respetable, en principio, pero a mí se me ocurre otra cuestión. ¿Si la religión musulmana fuera la mayoritaria en Europa, se mantendría nuestra forma de vida? Esta cuestión permítanme que sean ustedes quienes la respondan.

¿Está Europa haciendo todo lo posible por defenderse? Parece que no. Basta con ver que no todos los países europeos adquieren compromisos en materia de defensa o al menos un compromiso suficientemente importante. A esto se debe añadir que la identidad europea está en plena construcción. No se sabe bajo que principios pero se ha decidido que las raíces- judeo cristianas parece que ya no sirven. Bien, veremos que se nos ofrece. Mientras tanto tenemos a estos bárbaros intentando devolvernos a la Edad Media que es donde están ellos.

Europa debe exigir a los que viven y se benefician de su legado histórico y bienestar que contribuyan al mismo en igualdad de condiciones. A todos sin excepción. Esto pasa por exigir a las comunidades musulmanas un activismo a brazo partido con los no musulmanes en su lucha contra esta barbarie. Deben regirse por las mismas leyes que los no musulmanes. No puede haber guetos religiosos ni secretismos. Las mezquitas deben abrirse a todos. Si una iglesia está abierta a todos, las mezquitas deben estarlo igualmente.

¿Qué actitud debe tomarse con los refugiados? Una vez más Europa debe ser fiel a sus valores, aunque insisto, muy diluidos, y acoger a las víctimas de la guerra, que es la misma guerra que nos enfrenta con estos monstruos. Ellos son víctimas desplazadas de sus hogares. A nosotros nos quieren destruir el hogar de la libertad y bienestar. Deben acogerse pero con las medidas de seguridad adecuadas, porque es obvio que los terroristas aprovechan, o lo harán, esta crisis humanitaria para penetrar en nuestro suelo.