Viene Rasca-Yu

Q uedó ayer inaugurado un pantano de 365 días... aquí comenzó a embalsar aguas y sequías un año incierto que nace de doña Inquietud y don Mosqueo (sus padres biológicos), un enigmático 2016 del que no dicen nada las profecías clásicas ni tampoco las chungas, lo ignoran, año vulgar, año par, parejo, pero cambiante (de mudar) y crujiente (de crujir)... con «la casta» tiritando y con «la chusma» bailando un rascayú... parece que viene sin muchas albricias este 2016... viene raro... y como espesito.

Tan raro, que hasta el calendario Pirelli, la biblia de los calendarios, prescinde por primera vez en 2016 de sus divinas galgas en cueros, colgando en esta ocasión de las paredes a mujeres de otros rangos de la vida, del arte, el deporte, jóvenes o maduras sin recauchutar, alguna abuela... es todo un paso: de la mujer objeto de deseo han pasado al deseo de la mujer de respeto... que también vende, o sea, compra.

¿Es premonición ese calendario?, ¿habrá otros cambios tan radicales como este en el año que estrenamos?... ¿y qué es eso de que a España le está viniendo un Rasca-Yu, cuando mueras, ¿qué haras tú ?, ¿se refiere a la descomposición nacional?, preguntó Octavito al oráculo de la tertulia, Vitines, vendedor ambulante del cupón de los ciegos que vive de augurar milagros cada día... le contestó que ese rascayú ya se lo cantan algunos a Artur Mas: «tú serás un cadáver nada más; Rascartur, cuando mueras, ¿qué harás tú? », salvo que mañana los altos barandas de la Cup le impongan el sudario de Lázaro por ver si resucita... no él, sino la independencia en marcha... allons enfants .

A Vitines no hay que preguntarle nada porque se hace ovillo y se viene arriba: «ah, y el rascayú a don Rajoy se lo cantan cada noche Aznar y «Aguirre o la cólera de Dios», mientras se lo entonan también a Pedro Sánchez desde las rinconadas de la barahúnda socialista... cadáveres, nada más... los dos... y no tardando»... ¿antes o después de repetir elecciones?... «primero las elecciones y después los congresos; primero, Sánchez y Rajoy pierden aún más votos y, después, en sus congresos, les asarán en la parrilla sin hacer reliquias de sus huesos»... y punto.