Diario de León

TRIBUNA

Música de nuestro tiempo para un 30º aniversario, con presencia de su autor

Publicado por
Héctor-Luis Suárez Pérez Musicólogo, profesor del Conservatorio de Ponferrada
Ponferrada

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C on el cierre del curso la historia musical de la provincia leonesa engrosó su haber con otro episodio relevante y digno de mención. En el Conservatorio Profesional de Música Cristóbal Halffter de Ponferrada, conmemorando su treinta aniversario, se llevó a efecto un concierto que planteó su atractivo en base a varios motivos.

En primer lugar, por la propia presencia del compositor Cristóbal Halffter. Recordemos a algunos despistados que es el músico español, perteneciente a la llamada Generación del 51, que otorga su nombre al propio centro debido a su reconocido prestigio mundial, además de ser vecino de Villafranca del Bierzo.

Contar con una figura de éste calibre, por desgracia, es todavía poco frecuente en los auditorios o teatros nacionales y provinciales en particular y, mucho menos, en los centros de enseñanza musical de nuestra España. Por suerte, el Conservatorio profesional de música de Ponferrada a lo largo de su historia ha tenido siempre al maestro Halffter muy cerca y bien dispuesto a personarse en el mismo para cualquier menester.

Circunstancia reseñable y extraordinaria, en especial, cuando son escasos los conservatorios que pueden gozar en alguna ocasión de su historia de la presencia in situ de las personas que les aportan su nombre.

En segundo, por programar para la ocasión música contemporánea española. Rara propuesta si es obra de un compositor vivo y se interpreta por la propia plantilla orquestal del centro. Para el caso, reforzada con antiguos alumnos y profesores vigentes o pretéritos que desearon unirse a la celebración.

Un material seleccionado y propuesto para éste concierto por su propio autor, Cristóbal Halffter a quien, el interés despertado, le llevó incluso a personarse también en los ensayos. ¡Todo un lujo! Máxime, cuando la complejidad a todo nivel musical de la apuesta obtuvo un resultado más que aceptable profesionalmente y resultó del completo agrado del público. Sensación ratificada por el muy satisfecho maestro Halffter al término del concierto.

En cuanto a aspectos de apreciación musical y escucha activa, Halftter deseó aprovechar esta ocasión para provocar en el público un juego de contrastes sonoros resultado de la intervención de una configuración de banda y de la orquesta sinfónica, al abordar su propia música.

Para ello, en primer lugar sugirió como material idóneo su Tiento del primer tono y batalla imperial. Obra de 1986 para orquesta sinfónica, basada en una recreación de dos conocidas composiciones barrocas para órgano: en concreto, el Tiento de primer tono del maestro Antonio de Cabezón y, de Juan de Cabanilles, su conocida batalla imperial. Referentes sonoros que aprovecha en su totalidad y a los que añade materiales, armonías y textura «propios de su tiempo» y su particular estilo.

Como singularidad novedosa en base a lo apuntado e inducida por el autor, para este concierto la obra de Halffter se pudo escuchar tanto en su versión original para orquesta, dirigida por el profesor Salvador Ferrer, como a través de la versión transcrita para banda por Franco Hänle, que corrió a cargo de la batuta del profesor y director del centro Luis Toral.

A su escucha se sumó la de su versión del celebérrimo pasodoble para banda Suspiros de España. Obra compuesta en Cartagena en 1902 por el maestro Antonio Álvarez Alonso que, en adaptación libre, Halffter concertó en 2015 para acercarlo a la sutileza de la orquesta de cuerda.

Aprovechó el gran maestro para ponderar pasodoble y autor, a quien calificó como un excepcional músico que, por las carencias de la sociedad musical de su época y la falta de formaciones de su entorno, no pudo permitir el desarrollo de su trabajo y con ello nos privó de toda su potencial maestría compositiva, al más alto nivel, puesta de manifiesto en esta obra.

Suspiros de España es para Halffter una obra que, como indicó, le cautivó y forzó a plantear su versión para la dimensión de la orquesta de cuerda.

Ilustrando su discurso para ésta ocasión el maestro quiso que los dos tipos de formación instrumental, a partir de la interpretación de ambas obras, ofrecieran de modo cuasi pedagógico la posibilidad de apreciar las diferencias contextuales que marcan tanto la capacidad expresiva, como la densidad de conjunto y el contraste tímbrico de cada una ante la interpretación de un mismo material sonoro.

Algo complejo, a nivel de un centro docente musical y poco frecuente a cualquier nivel, como manifestó, pero de necesario planteamiento.

El emotivo concierto, abarrotado de público, contó con la presencia del compositor y su esposa, autoridades locales y el director provincial de Educación de León, además de diversos músicos relevantes, amigos del maestro e invitados al evento como, entre otros, el omañés Samuel Rubio.

A su término Halffter manifestó estar orgulloso de, en su día, haber podido brindar su nombre al centro a invitación del claustro y de su directora María José Cordero.

Insistió en que, treinta años después, poder escuchar este concierto en un evento como el acontecido, en un lugar dignísimo como es el auditorio del nuevo conservatorio, e interpretado por músicos salidos de sus aulas le llenaba totalmente de orgullo.

Tras ponerse, una vez más, a disposición del centro «para todo lo que fuera preciso» —como siempre ha hecho—, manifestó que allí y en Ponferrada se había conseguido hacer ya cultura con mayúscula, algo impensable hace pocas décadas, consiguiendo con ello llegar a la sociedad precisamente «por lo más alto» que puede aportar el ser humano: con el aporte de sensibilidad.

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