Diario de León
Publicado por
aquí y ahora manuel alcántara
León

Creado:

Actualizado:

S e están aclarando algunas cosas, a condición de que se enturbian más otras, y ahora descubrimos que el movimiento más radical del fundamentalismo es la secta mal llamada, con los pocos atractivos nombres de ‘anatema’ y ‘exilio’.

Muchas veces el que se pone al frente de la manifestación era solo un manifestante más, que perdió la banderita en el tumulto y buscaba a quién se le podía entregar.

La secta más radical del imán Abdelbakky Es Satty, una corriente clandestina del llamado salafismo, que Alá confunda.

Han optado por la hipocresía y sus miembros tratan de pasar inadvertidos hasta que sus acuerdos no los advirtamos todos.

Incumplen todos los arduos proyectos del islam. No llevan barbas, se visten de colores sombríos, y además no comen cochinillos asados, como los que hacía Cándido en su cristiana sede a orillas del Acueducto.

Todos los llamados vicios occidentales les están prohibidos, a condición de poder saltárselos.

Y la culpa, considerada un pecado católico, en pura justicia a algunos orondos clérigos, está mal vista por el islam.

Los seguidores de Takfir al Hira han hecho muchos prosélitos, a pesar de que el Centro Nacional de Inteligencia advirtiera, hace ya diez años, de la apertura de las mezquitas.

La gente se consuela como puede y si no puede procura consolarse con cualquier cosa, en general, con que después de nuestra corta estancia planetaria hay otras, más benigna y más justa.

El éxito que tuvo el imán de Ripoll es indudable. Nunca habló de la yihad para no levantar sospechas, que siempre son insomnes y duermen con un ojo abierto.

El otro lado del tapiz siempre es más confuso que el que vemos pero hay un momento en el que no sabemos dónde mirar.

Ni la Policía belga, ni los Mossos, ni nosotros. Sigamos mejor con los ojos abiertos.

tracking