Fuera de la ley

La cultura de la muerte y el estilo de vida de los bajos fondos es un tema que da para mucha literatura. Así lo entendió el colectivo cultural La Felguera, fundado y dirigido por Servando Rocha y Beatriz Egido, cuando publicaba hace un año el primer volumen de Fuera de la Ley, que lleva por subtítulo Hampa, anarquistas, bandoleros y apaches, referido al periodo comprendido entre los años 1900 y 1923. Un pintoresco vistazo al mundo del crimen, la ilegalidad y la rebeldía, donde se entremezclan las bandas de pistoleros, los matones, anarquistas, espías y todo tipo de marginados envueltos en un fascinante aurea de malditismo. La proclamación de la dictadura por parte del general Primo de Rivera pretendía, entre otros insignes objetivos, acabar con aquella España de género chico dada a la crápula y a las pasiones más viles y mezquinas. Vano intento, pues los revolucionarios y noctámbulos proseguirían con sus intrigas, violencias y conspiraciones hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936.

En vista del enorme éxito de su predecesor, acaba de salir a la venta el volumen 2 de Fuera de la Ley, libro en el que tengo el gran honor de colaborar con un ilustrativo texto a propósito de los estragos causados por el vino y la disipación entre la pobretería madrileña. Un cabildo de perdularios y gañanes afincado desde tiempo inmemorial en feudos tan tenebrosos y peligrosos como los carros apareados en el Huerto del Francés y el callejón del Mellizo, refugio para la legión de niños fugados de sus casas que en semejantes parajes acabarían por convertirse en profesionales del afane y, finalmente, en inevitable carne de presidio. O el reputado albergue de la Coja, que abría sus astrosas puertas en la calle de Mira el Río Baja. Convertido por méritos propios en santuario de la gallofa asentada en la villa del oso y el madroño, allí buscaban cobijo desde los calaveras más empedernidos hasta las mujeres de consuelo dispuestas a todo, excepto a no cobrar. Una escuela de canallería, en definitiva, que recobra vida en un libro pensado para paladares diabólicamente exquisitos.