EDITORIAL | Fomento tiene que igualar esfuerzos para el equilibrio de los territorios
El impulso anunciado ayer por el Ministerio de Fomento hacia el Corredor Mediterráneo supone una excelente noticia para la España rica. Las comunidades del Levante recibirán una lluvia de millones para sus infraestructuras ferroviarias, un avance que se confirmó en la jornada de ayer durante una reunión en Barcelona de 1.500 empresarios de la zona, a la que acudió personalmente el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Lo ocurrido parece lógico y forma parte de las necesidades que tiene el país para mejorar su competitividad y sus enlaces con el conjunto de Europa para impulsar el desarrollo futuro. Pero en el noroeste se genera una inquietud y una desazón porque no existen unas condiciones equiparables de esa España rica con la pobre, con la que lleva aguardando décadas fórmulas que apuesten por el equilibrio entre los territorios para frenar, entre otras cosas, ese constante éxodo poblacional que lleva a los habitantes de comunidades como Galicia, Asturias, Cantabria, Extremadura o Castilla y León hacia el centro y el este de la península.
El valenciano Ábalos parece que tiene ahora una deuda evidente con las zonas afectadas por el Corredor Atlántico. Tras su respaldo a los planes de la zona mediterránea urge un gesto hacia el noroeste de España, y hacia su demanda para que sea tenido en cuenta en la planificación de las inversiones europeas que serán decisivas para conseguir un desarrollo sostenible del conjunto del país.
