En defensa del sistema público de pensiones

« La vida que sirve es, la que nos une en la lucha», Luis Pastor. En mi opinión, el surgimiento espontáneo y masivo de mucha gente en protesta por la política del Gobierno de Mariano Rajoy con las pensiones, fue el hartazgo ante la evidencia más que demostrada de la corrupción de numerosos representantes políticos y la ominosa revalorización del 0,25% con que nos obsequiaba, año tras año, Fátima Báñez. Es verdad que los primeros años de su aplicación no hubo demasiada repercusión en el poder adquisitivo porque tampoco subió demasiado la cesta de la compra. Pero a principios de este año 2018, el enfado nos encrespó de tal modo que, salimos a la calle cientos de miles de personas.

La Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones ya había nacido dos años antes, cuando yayoflautas, marea de pensionistas, asociaciones de jubilados y numerosos y pequeños colectivos de pensionistas se fueron organizando en todo el territorio del Estado.

La crisis económica de 2007 se llevó consigo empleos y salarios, viviendas hipotecadas, salud y alegría. Y con la crisis se extendió la pobreza y la precariedad y en 2011 y en 2013 se promulgaron leyes contra el sistema de pensiones, con la coartada de que era para hacerlo sostenible.

También se hicieron leyes, en 2010 y en 2012 que reformaron las relaciones laborales, favoreciendo el despido y dificultando los convenios colectivos. Y para rematar la jugada, la ‘Ley Mordaza’ con el fin de dar miedo e intentar paralizar a quien quisiere protestar. Unas reformas laborales que han sido la causa del descenso de las cotizaciones a la Seguridad Social, y unas reformas de pensiones que han puesto en entredicho el propio sistema público que, se suponía, intentaban defender. Las consecuencias están a la vista, cualquier informe económico lo dice: mayor índice de pobreza en nuestro país e incremento de más riqueza en pocas manos.

La coordinadora ha demostrado con números que el sistema de pensiones, aún con esas dificultades, es sostenible. Es sostenible porque la riqueza crece más en nuestro país que el supuesto gasto para dar cobertura económica a los servicios que forman los principios del Estado del Bienestar: Educación, Sanidad, Seguridad Social y Servicios Sociales.

Unos servicios que han de ser de calidad y universales, para que nadie se quede tirado, para que todas las personas puedan vivir una vida digna. Por lo tanto, no es una cuestión de recortar gastos sociales, es cuestión de promover una recaudación fiscal justa que eleve los ingresos y que éstos se usen para los fines sociales descritos.

Por la defensa del sistema público de pensiones de reparto y solidario y por la defensa de los derechos sociales, en definitiva, por el futuro, por nuestras hijas y nietas, por nuestros hijos y nietos, es por lo que hemos convocado a nivel de toda España una jornada de movilizaciones el próximo sábado, día 15 de diciembre. Y en León una manifestación a las 12 de la mañana que saldrá de la plaza de Guzmán y finalizará en Botines.

Sin movilización, no hay solución. Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden.