Monteleón, no lo confundo con Fundos

No es un trabalenguas el título elegido, aunque tampoco me importaría que así pareciera, toda vez que quiero mostrar las dudas que se entrecruzan, fruto de la incomprensión que me asaltó al leer en este medio: «Fundación Monteleón, una referencia en la sociedad leonesa», que comentaré, y nuestro devenir autonómico absorbente.

Curiosamente, un par de días atrás, había tomado en plan consulta, el libro  El sistema político concejil en la provincia de León , del profesor Laureano M. Rubio Pérez, gran conocedor de nuestra sociedad campesina. Un buen trabajo de investigación que es parte de la historia leonesa, signo diferenciador de lo leonés, en una edición magnifica patrocinada por la Fundación Monteleón, entonces Obra Social de Caja España, he ahí el nexo. Es decir, cuando ya nuestra Caja y Monte de Piedad de León, alentada por los políticos autonomistas dirigentes del ente llamado Castilla y León, iniciaba un ciclo de expansión con demasiados extraños en su entorno, ellos, los políticos, que luego estarían en los entresijos.

Aunque no hace al caso, me parece conveniente dejar dicho que la consulta citada, iba encaminada a saber algunos detalles sobre la organización de los espacios comunales, labradíos, colectivización y el sistema concejil, dentro de mi continuo empeño en favor de la identidad leonesa, al estar componiendo un relato en el que el protagonista era un muy modesto labrantín del alfoz legionense.

Por otra parte, no hace muchas fechas, el 13/12/21, en este medio, que siempre me ha acogido, se publicó un escrito mío: «En Botines con Fundos todo es posible», que por su conexión con el tema que soportan estas letras, me permito facilitar la url para que las personas interesadas puedan cotejar datos y pareceres míos, si lo estiman oportuno:  https://www.diariodeleon.es/articulo/tribunas/botines-fundos-todo-es-posible/202112131020282172224.html

Decía en él, entre otras cosas, que con el control del centralista ente que nos tiene amarrados, todo lo leonés está bien controlado, mediante la transformación en castellanoleonés, sin duda en favor de la autonomía castellana. Señalaba también cómo controlan Botines, el Museo Casa Gaudí, mediante Fundos. El que litiguen con Unicaja, por obras de arte y patrimonio de nuestra Caja, reclamando unas y pretendiendo retener otras, no dice que estén laborando netamente en favor de León, sino dentro de la partida amasadora de un patrimonio, que pretenderán que tome la dimensión y rumbo castellanoleoneses.

Dentro de lo que me ha resultado sorpresivo del tema que trato de mostrar, y que con toda prudencia lo comparo con un culebrón, por lo secuencial, por cuanto su manantial estuvo en Caja España, antes Cajaleón, y más anterior aún Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, sin olvidar las fusiones subsiguientes, encontré días atrás dos noticias una fechada el 20/02/22 que nos hablaba de la Fundación Monteleón su origen y desarrollo, «que en breve, tras un exilio de dos años, estrenará sede administrativa en el Centro de Idiomas de León».

En este medio, al igual que la citada información, pudimos leer dos días después, el 22 del presente, un panegírico (fue mi percepción), donde desgranaba el señor presidente de Fundos, las bondades de tal Fundación, «que desde hace seis años irrumpió en el panorama de Catilla y León».

Pues bien, y no pase por anécdota, ha estrenado también nueva sede, precisamente en la avenida del Padre Isla, que «sirve para ratificar el compromiso de Fundos con León», una ubicación en Legio con la que el ente autonómico nos «obsequia» a los leoneses, cual si esto fuera una prebenda, y personalmente interpreto como una base de dominio y control.

Veo en torno a un patrimonio mayoritariamente leonés, dos fundaciones, dos emplazamientos administrativos… Como leonés comprometido, siempre preocupado por lo que nos afecta por mor del ente autonómico, lo anunciado por Monteleón, se me antoja, seriamente, a un «que corra el aire», seriamente afianzador de lo nuestro, tratando de marcar diferencias.

Monteleón, junto a la noticia escrita, más bien un relato de sucesos y patrimonio, nos mostraba una fotografía de cuatro personas, conocidas de los leoneses, directivos; patronos puede que fruto de la reminiscencia de aquéllos, buenas gentes, conocidos con tal título que venían en vigilar el buen devenir de la institución leonesa Caja de Ahorros, naciente el 14 de marzo de 1900, largamente beneficiosa para los leoneses antaño… luego «confusiones».

Años después, ante las posibles fusiones, que ya cité, en 1989 se creó Monteleón. Ya lo explican bien, nada puedo aportar más allá de destacar los datos, tratando de exponer mis temores, que espero se queden en eso. Hoy, nos dicen, el Patronato está compuesto por dieciséis, hombre y mujeres que le dan potencia y transversalidad. A título personal unos, y representantes de instituciones otros. Pero también, atención, estará entre ellos un representante de Fundos, ¿conexión o vigilancia?, puede que imposición.

Se alude en la noticia a «un equipo ganador» que situará a Monteleón en el lugar del que nunca debió de salir. Tal aserto, me resulta mezcla de tranquilidad y deseo que real, y no fruto de mi preocupación diferenciadora de lo leonés dentro del ente. Parece firme su decisión en cumplir sus apuntes defensivos, saliendo de forzados años de parálisis dando pasos positivos, haciendo honor a su condición de patronos y leoneses. Lo leonés ha de permanecer como leonés, sin amancebamientos. Recuperará Monteleón sus señas de identidad, ¡las nuestras! Lo que resulta esperanzador.

Fundos, «con vistas al mundo», verdadera amplitud de miras, ahí es nada, que lleva ya seis años en el panorama de Castilla y León, se me antoja como plataforma de dominio sobre la que no voy a pronunciarme abiertamente, de momento, si acaso mostrar mis preocupaciones por cuanto es creación autonómica. Sabido es, por quienes me leen habitualmente, que mi defensa de la identidad leonesa, es permanente, como lo es también nuestro patrimonio cultural. Y vigilante de todos los movimientos socioculturales que nos anuncian desde el ente, y sobre lo que dejan de hacer mucho más. Intento también no pasar por alto el ámbito de lo económico, desatendido, y sin paliativos generador de decrepitud manifiesta regional leonesa.

El ente autonómico nunca ha estado dispuesto a traer nada, siempre a posesionarse de lo nuestro, o, de alguna manera, con «singulares» artes reconducirlo hacia el dominio castellano, cuando no a llevárselo directamente.