Arraigo familiar de la mujer rural
La Asamblea de Naciones Unidas estableció el 18 de diciembre de 2007 el 15 de octubre como Día Internacional de las Mujeres Rurales. Esta decisión suponía reconocer a las mujeres por su contribución al desarrollo rural y agrícola, a la erradicación de la pobreza y a la mejora de la seguridad alimentaria.
Bajo este prisma, el anterior equipo de gobierno del Partido Popular en la Diputación estableció, como uno de sus objetivos, dar visibilidad a la labor que hacen las mujeres en el ámbito que nos es propio: el medio rural. Se crearon, por ello, los premios a la Mujer Rural con los que mostrar, con nombres y apellidos, a mujeres que generan actividad económica, que apuestan por la innovación, que promueven la conservación y difusión de nuestras tradiciones e, incluso, aquellas que apostaron por los valores de las leonesas como bandera en su trayectoria profesional y vital fuera de la provincia.
Pero el primer paso ha sido, es y debe seguir siendo una apuesta clara por la viabilidad del medio rural. Hemos dejado atrás ya el mosaico donde la generalidad laboral en nuestros pueblos, muchos marcados por la histórica tradición minera en el Bierzo, Montaña Central y Oriental y Laciana, estaba cubierta por hombres, lo que ha supuesto un importante paso hacia la igualdad que fomenta que profesiones masculinas en el pasado están hoy desempeñadas por mujeres.
Hemos superado dos años de pandemia donde la sociedad ha reubicado sus prioridades, donde los ciudadanos han descubierto, ayudados con la implantación acelerada de las nuevas tecnologías, que podemos desarrollarnos vitalmente y laboralmente desde municipios pequeños.
El futuro de nuestros pueblos pasa por el arraigo femenino, por impulsar con mirada a largo plazo de políticas de igualdad como condiciones imprescindibles para la sostenibilidad social del medio rural. Eso lo sabemos perfectamente en nuestra provincia. El 50% de los habitantes de los municipios de menos de 20.000 habitantes, los que ampara la gestión diaria de la institución provincial, son mujeres, unas cifras que se superan cuando nos centramos en los municipios mayores de 2.000 habitantes.
Ese peso demográfico relevante exige respuestas concretas, de acción positiva que sirvan para que el papel de la mujer en nuestra sociedad gane más protagonismo. Tenemos que apostar por promover su participación política, económica y sociocultural como herramientas esenciales para garantizar el desarrollo sostenible de nuestros pueblos, como reflejo de la realidad social que actualmente nos encontramos en los ámbitos rurales de nuestra provincia.
Las administraciones públicas, desde los ámbitos internacionales a los más cercanos, estamos en la obligación de crear escenarios y condiciones que faciliten la incorporación de las mujeres a todos los procesos de desarrollo en condiciones de igualdad, potenciando todas sus iniciativas en los pueblos del medio rural porque ese trabajo ayudará, y mucho, a la lucha contra la lacra de la despoblación.
Esas políticas de sensibilización en la igualdad de género, en la lucha contra los estereotipos, deben acompañarse de una garantía en situar a la mujer como motor del cambio de nuestra sociedad, atendiendo, principalmente, a las necesidades de acceso a los servicios que puedan facilitar su asentamiento en el mundo rural.
Castilla y León es un escenario adecuado para crear un proyecto vital en el medio rural por cuanto es una comunidad, gracias al esfuerzo de la Junta de Castilla y León y de las administraciones locales, con unos servicios públicos universales y de calidad; una comunidad que dispone de una educación puntera, gratuita incluso en las primeras etapas; una sanidad permeable con el mayor número de consultorios de España y con unos servicios sociales que facilitan el asentamiento de las personas mayores en sus pueblos por cuanto cubren necesidades y actividades que tendrían que realizar la familia y que, habitualmente, recae en la mujer.
A su vez y a través de estrategias de emprendimiento, se han creado las condiciones hacia un entorno favorable de nuevas oportunidades laborales, sociales para que las mujeres puedan ser protagonistas y desarrollar su proyecto de vida, familiar y profesional, en el medio rural y en condiciones de igualdad.
Es por tanto, que tenemos que ser reivindicativos en el Día Internacional de las Mujeres Rurales para incrementar el papel de las mujeres como dinamizadoras de la economía y de la sociedad; para facilitar esas salidas laborales, de formación y emprendimiento en condiciones de igualdad; facilitar la conciliación a través de la corresponsabilidad, situando a la mujer como motor del cambio social, atendiendo a sus necesidades de acceso a los servicios y fomentar las políticas de igualdad de género y la lucha, como no, contra los estereotipos que disipen la dicotomía hombre-mujer en el medio rural.
Estos premios que hoy entrega la Diputación de León son, por tanto, un excelente escaparate para demostrar que hay mujeres que han apostado por crear un entorno social, familiar, laboral en la provincia de León y que son ejemplos para que todos, desde nuestras responsabilidades, seamos capaces de promocionar el futuro de nuestro medio rural.
Son leonesas que representan las posibilidades del medio rural, por ganar la batalla contra la despoblación, mujeres que luchan por y desde sus pueblos, que trabajan por ellos y que reconocen el potencial de los recursos que les rodean echando raíces. Feliz Día Internacional de las Mujeres Rurales.