Uniforme para una boda

«LAS MONARQUÍAS necesitan uniformes». Me lo comentaba un viejo monárquico, que ponía así de relieve que la estética de las familias reales, en todo el mundo, casa a la perfección con la indumentaria militar. Los uniformes, en fin, contribuyen a magnificar la imagen de Reyes y Príncipes. Felipe de Borbón y Grecia, heredero del trono de España, contraerá matrimonio con el uniforme de gala -que no de etiqueta, como algunos han escrito- del Ejército de Tierra. Y así se ajustará a una vieja tradición de nuestra Monarquía, cumplida por tantos Reyes, entre ellos, y de modo muy singular, don Juan Carlos, su padre. Antes de contraer matrimonio, en Atenas, con la Princesa Sofía, algunos plantearon a Francisco Franco la conveniencia de decretar el ascenso del Príncipe a general del Ejército, con el fin -entre otras cosas- de que el traje que luciera en la ceremonia tuviera un poco más de prestancia. No accedió a ello el Generalísimo, y don Juan Carlos llegó finalmente al altar con uniforme de capitán del Ejército de Tierra. Ahora, su hijo se casará con ese uniforme, aunque mediando no pocas diferencias. Una es que el principe don Felipe de Borbón ostenta el grado de comandante, algo absolutamente lógico a sus treinta y seis años. Tampoco en su caso ha habido ascenso artificial a General. La otra es que el traje no es el mismo. Del caqui de Atenas pasaremos al azul oscuro. El Ejército de Tierra no tenía uniforme de gala, y hace unas décadas se decidió diseñarlo, con el fin de cubrir esa laguna. Los diseñadoree se inspiraron para ello en la tradición militar española, concretamente en un traje del siglo XIX, sobrio,severo y elegante, que es el ahora en uso. El que va a utilizar Felipe de Borbón, y el mismo que lució en las bodas de sus hermanas. En suma, estamos ante una buena elección.